La nómina de mandos policiales imputados por los seguimientos al ex tesorero del PP, Luis Bárcenas, en el marco de la trama Kitchen cuenta desde hoy con un nuevo integrante. Se trata del jefe de la Sección de Vigilancias y Seguimientos de la Unidad de Asuntos Internos (UAI) en el momento de los hechos, Jesús Vicente Galán. Este policía ha acudido este lunes a la Audiencia Nacional para prestar declaración en calidad de testigo y ha salido como imputado, han confirmado fuentes presentes en el interrogatorio.
Según consta en la investigación, la Unidad de Asuntos Internos realizó trabajos de vigilancia sobre el entorno de Luis Bárcenas, concretamente en los alrededores del estudio de restauración que tenía su mujer, Rosalía Iglesias, ubicado en la calle General Díaz Porlier de Madrid. Estas vigilancias tuvieron lugar al inicio de la operación Kitchen, en el año 2013. Según cree el juez, el objetivo era arrebatar a Bárcenas información sensible sobre el PP que todavía pudiera tener en su poder sobre los casos de corrupción que afectaban al partido.
Según el juez, la presencia del vehículo de Asuntos Internos en las inmediaciones de esa calle lleva a la conclusión de que "funcionarios policiales adscritos” a ese departamento realizaron un trabajo “totalmente ajeno” a su función. La misión de Asuntos Internos es investigar la posible comisión de delitos cometidos por funcionarios policiales. Al mismo tiempo, esta unidad, entonces dirigida por el comisario Marcelino Martín Blas, dependía directamente del director adjunto operativo Eugenio Pino, número dos del Cuerpo y máximo cargo uniformado de la institución. Ante el juez, Pino reconoció la investigación en torno a Bárcenas aunque negó que se llamara operación Kitchen.
Nueva declaración
Citado como testigo, Galán tenía la obligación legal de decir la verdad a diferencia de los investigados que tienen el derecho de no declarar nada que les comprometa. Según las fuentes consultadas, fue el propio policía el que antes de iniciar su interrogatorio le indicó al juez del caso, Manuel García Castellón, que lo que dijera podría perjudicarle. Por ello el magistrado ha decidido imputarle a instancias de la Fiscalía, que se manifestó en el mismo sentido. Tendrá que fijar una nueva fecha para que declare de nuevo, esta vez acompañado de su abogado.
Galán pasó ante el juez instantes después de que lo hiciera una exsubordinada suya. También como testigo, esta agente que en su día prestó servicio en la sección de Vigilancias indicó que fue el ahora imputado quien le ordenó desplazarse a la zona del estudio de restauración.
Este lunes también estaba citado como testigo el coronel de la Guardia Civil Diego Pérez de los Cobos, quien desempeñó el cargo de jefe del Gabinete de Coordinación y Estudios de la Secretaría de Estado de Seguridad, un alto cargo en el Ministerio del Interior. El juez le citó para que explicase su conocimiento sobre el uso de los fondos reservados. Esta es una de las partes esenciales de la investigación del caso Kitchen. Para investigar a Bárcenas, la cúpula de la Policía captó a su chófer a cambio de un sueldo mensual de 2.000 euros y una pistola. Al acabar la operación, este chófer, llamado Sergio Ríos Esgueva, consiguió una plaza en la Policía.
Pérez de los Cobos
Antes había sido escolta del líder del PP madrileño y cabecilla de la trama Púnica, Francisco Granados. Ríos Esgueva, investigado por estos hechos, pidió hace semanas volver a declarar de nuevo voluntariamente. Lo hará este miércoles. Fuentes de su entorno avanzan que acude con interés de defenderse y para ello irá más allá que en su anterior comparecencia ante el juez.
Pérez de los Cobos, quien ejerció como mando único de las fuerzas y cuerpos de seguridad durante el 1-O en Cataluña, se extendió durante cerca de hora y media en sus explicaciones. Relató que él desconocía los conceptos concretos en los que se empleaban los fondos reservados. Según su explicación, él despachaba una vez al mes tanto con el director adjunto de la Policía, Eugenio Pino, como con el director adjunto operativo de la Guardia Civil.
En esas reuniones, los mandos policiales se limitaban a presentar los justificantes de gastos y pedir el dinero correspondiente al Ministerio. En ese sentido, De los Cobos ha explicado que el secretario de Estado, a pesar de ser el responsable último de los fondos, tampoco baja al detalle de los conceptos. En un momento de su declaración, el coronel ha llegado a decir que él no preguntaba sobre el detalle de las operaciones ni debía hacerlo.
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