España

La DANA y la presión del PPE complican los planes de Sánchez y Ribera: "Ya no es un rifirrafe nacional"

La gravedad de la DANA y la suficiencia de Sánchez y los socialistas llevan al PPE a cuestionar a Ribera

"Ya no es un rifirrafe nacional". Así se ve en Bruselas la ofensiva del PP contra la candidatura de Teresa Ribera. Las fuentes consultadas por Vozpópuli apuntan a dos factores para que el PPE se haya sumado al cuestionamiento de la vicepresidenta que ha pactado Ursula von der Leyen: la gravedad de la acusación de desatender la gestión de una DANA que ha causado más de 200 muertos y la soberbia con la que se conducen los socialistas españoles con la propia Ribera a la cabeza y europeos, bajo la batuta de Iratxe García.

También pesa la misma actitud que ha seguido Pedro Sánchez con el presidente del PPE, Manfred Weber, al que llegó a acusar de nazi y desairó dándole la espalda y abandonando el Pleno durante una intervención en el Parlamento Europeo del líder de los populares europeos hace un año cuando compareció por la amnistía.

En las sedes de las cancillerías de Alemania e Italia recuerdan que "Ribera es candidata por ser del PSE no por ser española". Pues en el complejo reparto tras las elecciones del mes de junio, los socialistas europeos se quedaron con este cargo que no podía ocupar ningún alemán -donde son más fuertes-, ya que la presidenta Von der Leyen es de ese país. Por lo que Teresa Ribera se vio beneficiada.

Esa actitud de soberbia que mantienen los socialistas españoles en Bruselas, principalmente el presidente Sánchez y la líder del PSE, la castellanoleonesa Iratxe García, no es bien recibida en la capital comunitaria. De hecho hay quien opina, incluso, que "han importado una nueva forma de hacer política que choca con el respeto mutuo que siempre había impregnado la política europea".

El camino hasta aquí

Cuando Pedro Sánchez prometió a Teresa Ribera un futuro dorado en Europa, no solo a nivel económico, también de poder, en Moncloa creían que no iban a encontrar mucha oposición. "Es muy respetada y muy escuchada", repetían a menudo, sacando a relucir una fotografía de varios ministros a su alrededor escuchando su postura. “El mundo, Europa y España necesitan más Teresas Ribera" sentenció este lunes el presidente del Gobierno preguntado ya por la ofensiva del PP y por el cuestionamiento de la gestión de Ribera de la DANA.

Y aunque el reparto entre las dos principales familias políticas otorgó una primera victoria a España, permitiendo a Ribera ser designada en un puesto de máxima relevancia como es la primera vicespresidencia de la Comisión Europea, un posible conflicto de intereses con el puesto que ocupa su marido en la CNMV y su reciente pasado en la CNMC ya le pusieron en el punto de mira del PP.

Su inacción durante la DANA y las falacias de su relato sobre qué estaba haciendo los días 29 y 30 de octubre cuando estalló la DANA han hecho que el PP europeo pusiera pie en pared gracias a la insistencia de los populares españoles. Y es aquí donde la ofensiva ha pasado del PP al PPE, paso que en precedentes como el del cuestionamiento a Miguel Arias Cañete por el PSOE en 2014 no se dio.

La dureza de las preguntas a las que se ha ha enfrentado este martes, durante el hearing al que todos los candidatos a comisarios están obligados a pasar, da buena muestra de ello. De que su perfil no era tan transversal y aplaudido como defendía el Gobierno. 

Los diputados españoles le han sacardo a relucir la gestión de su Ministerio durante la tragedia, pero también el caso Ábalos y su posición con el campo español. Otros eurodiputados le han afeado también los múltiples ataques a la prensa por parte del gabinete del que forma parte. Y le han preguntado cómo va a defender el derecho a la libertad de prensa desde Europa. Hasta cuatro eurodiputados, dos de ellos, extranjeros, le han preguntado si piensa dimitir si es imputada. Ribera no ha respondido.

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