Jorge Moragas, jefe de gabinete del presidente Mariano Rajoy, fue quien "ordenó" a Alicia Sánchez-Camacho reunirse con Victoria Álvarez Martínez, exnovia de Jordi Pujol Ferrusola, según el libro 'El Método', que sale a la venta este martes y cuyo autor es Francisco Marco (dueño de la que llegó a ser agencia de detectives más importante de España). En palabras de Marco, el objetivo de Moragas era que Victoria Álvarez hablara sobre la corrupción de CiU que tan bien conocía, al haber sido pareja del hijo primogénito de Jordi Pujol Soley.
Y es que fue la propia Sánchez-Camacho la que solicitó grabar la comida en el restaurante La Camarga, aunque después apoyó la detención del propio Marco porque "no quería que se supieses que ella conocía los manejos de los Pujol desde 2010 y no los denunció". Según dice este libro, incluso se habla de cómo los expertos del Área Audiovisual de Método 3 intentaron que la jefa de filas del PPC escondiera la grabadora de alta definición en su bolso y que ella se negó alegando una torpeza proverbial que haría que la descubrieran.
Según una información en 'El Mundo', la grabación fue por tanto legal ya que "nos la encargó Alicia Sánchez-Camacho a través de un intermediario". Sin embargo, Francisco Marco dice que posteriormente fue chantajeado por el PP, que le pedía un pacto judicial para enterrar el caso, incluyendo "amenazas". Se le pedía que reconociera la ilegalidad de la grabación entre las dos mujeres, a lo que Marco se negó en redondo aunque posteriormente alcanzó un compromiso con los populares para asumir la culpa 'in vigilando' por la filtración del informe. Sin embargo, reclama en su libro que se reconozca el sufrimiento de haber tenido que pasar 72 horas en los calabozos de la Jefatura Superior de Policía de Barcelona.
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