España

Lastra deja el PSOE por no poder trabajar pero mantiene el escaño para cobrar 70.000 euros

La ex 'número dos' de los socialistas recibe críticas de los suyos por abandonar el barco por su embarazo de alto riesgo

Adriana Lastra mantendrá por el momento su escaño en el Congreso, según varias fuentes socialistas consultadas por este diario. Lastra está de baja, pero su asiento en la Cámara Baja le reporta un salario bruto anual de más de 70.000 euros, según recoge Newtral. Lo llamativo en la renuncia de la ex vicesecretaria general es que su embarazo le impida desarrollar las labores de número dos en Ferraz, pero sí mantener las de diputada.

Dentro del partido hay varias voces críticas con los motivos oficiales que ha aducido Lastra para poner fin a su etapa en el alto mando socialista. Sin ir más lejos, su compañera Miriam Andrés, secretaria general del PSOE en Palencia, ha afeado a Lastra, "una socialista ejemplar" en palabras de Sánchez y muy volcada en la causa feminista, haberse parapetado en su maternidad para terminar su carrera: "Ser madre nunca puede ser motivo de dimisión. Hemos luchado mucho para que la maternidad no suponga un lastre en la vida profesional de las mujeres. Ni en la política ni fuera de ella".

Lastra dio a conocer su salida a través de un comunicado que remitió a la dirección del partido y en el que no se anda por las ramas: "En los últimos meses se han producido cambios importantes" en su vida "personal". Y estos, ahora, le "exigen tranquilidad y reposo". "En las dos últimas semanas me han obligado a tomar una baja laboral que se va a prolongar en el tiempo", zanja.

Lo cierto es que dentro de Ferraz la tensión no ha dejado de crecer entre Lastra y el secretario de organización, Santos Cerdán. Es más, sus equipos se han echado en cara las estrategias del PSOE en los últimos comicios en los que Ferraz se ha sometido al test de las urnas. Ahora, con el camino despejado para hacer y deshacer a su antojo, el secretario general del PSOE está decidido a conectar mejor la relación entre el partido y La Moncloa, donde ahora gravitan dos pesos pesados históricos socialistas: el jefe de gabinete, Óscar López, y el director adjunto del gabinete de presidencia, Antonio Hernando.

Los socialistas salieron del último congreso de octubre reunificados. La ultima renovación de Gobierno de Sánchez sacó de la primera línea al gran enemigo íntimo de los socialistas, Iván Redondo, para situar como jefe de gabinete a Óscar López. Un movimiento que se vio como un giro hacia el PSOE para que Ferraz tuviera mando en el núcleo duro de Moncloa y para olvidar de una vez la ruptura traumática entre el 'sanchismo' y el viejo aparato socialista en la que Lastra tuvo mucho que ver. No obstante, la asturiana se enfrentó a su entonces mentor, Javier Fernández, quien encabezó una gestora hasta que se resolviera la disputa en el partido entre partidarios y detractores de la abstención en la investidura del expresidente Marinao Rajoy.

Pero el poder de Lastra ha ido menguando Cabe recordar que el año pasado salió de la portavocía del Congreso a la que escaló Héctor Gómez, según estas fuentes, porque Sánchez quería frenar los movimientos de la vicesecretaria general para situar a los suyos ante una previsible caída del presidente. Ahora, con su dimisiónSánchez refuerza su liderazgo dentro del partido y lamina cualquier ápice de oposición interna. El secretario general del PSOE intenta resurgir con el impulso del debate del estado de la nación y está dispuesto a atarse a Unidas Podemos y vestirse de presidente de izquierdas, consciente de que solo eso le puede mantener en Moncloa más allá de 2023.

Ganadores y perdedores

Si Lastra es una perdedora, el 'giro social' de Pedro Sánchez en el debate del estado de la nación dejó otro perdedor: en Moncloa. El ministro de Presidencia, Félix Bolaños, ganó el pulso al jefe de gabinete del presidente del Gobierno, Óscar López. Y todo porque el líder socialista ha seguido la tesis de Bolaños de echar pegamento a la coalición con Unidas Podemos gracias a las medidas anticrisis que anunció el martes y que tanto le han reclamado los morados los últimos meses.

Precisamente, según ha sabido Vozpópuli, Bolaños es partidario de seguir esa línea de izquierdas. Mientras que López se empeña en romper con Yolanda Díaz y el resto de Unidas Podemos dentro del Consejo de Ministros para despejar el liderazgo de Sánchez. 

Lo cierto es que Óscar López aborrece a Unidas Podemos. El socialista, ahijado político del ex secretario de organización del PSOE Pepe Blanco y del ex secretario general Alfredo Pérez Rubalcaba, de quien fue su número tres, siempre aboga por no dar protagonismo a los morados, con quien mantiene serias discrepancias. No es ningún secreto que la ministra de Derechos Sociales y secretaria general de Podemos, Ione Belarra, apenas tiene relación con él. 

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