El asesino confeso de la joven Laura Luelmo ha cambiado radicalmente su versión. Tras asegurar que él fue el culpable del crimen y pedir a la juez que le mantuviesen en prisión porque lo volvería a hacer, este lunes se ha conocido que Bernardo Montoya ha decidido cambiar su versión de los hechos. Ahora, acusa a su exnovia de ser la responsable del crimen.
Según ha adelantado el espacio de Antena 3 'Espejo Público', Montoya se dirigió a un funcionario de prisiones para pedirle cambiar sus declaraciones sobre el asesinato de Luelmo. Afirmó que "tras meditarlo" en sus "horas de soledad", decidió que no iba a "comerse el marrón de Josefa [su expareja]".
Al parecer, Montoya afirmó ser el asesino para "librar de la cárcel" a Josefa, sin embargo, ahora asegura que fue la misma la que se presentó en su casa tres años después de que se acabara la relación -supuestamente por la adicción de esta a la heroína- y que un ataque de celos provocó que asesinara a la joven.
El día de los hechos, el miércoles 12 de diciembre, Montoya ha señalado que Josefa se presentó en su casa y que aunque le sorprendió, la invitó a pasar. Ha rescatado la versión del supermercado afirmando que fue Laura, "una chica preciosa", la que se acercó a su domicilio a preguntarle por un lugar donde comprar y que este le dio las indicaciones correctas. "Era la primera vez que la veía", ha afirmado.
Montoya afirma que su exnovia se presentó en la habitación con un martillo que tenía guardado y "le propinó a Laura un golpe en la cabeza"
"Después de discutir con Josefa me metí en el baño, al salir me encontré a mi exnovia y a Laura discutiendo acaloradamente en el salón y en ese momento Josefa la propina un golpe en la cara con el palo de una escoba", continúa en sus nuevas declaraciones. "Como yo había salido recientemente de prisión no quería más líos, agarré a Laura y la llevé al dormitorio, y la maniaté a la espalda", añade.
Dos golpes mortales
Montoya afirma que en ese momento, Josefa se presentó en la habitación con un martillo que tenía guardado y "le propinó a Laura un golpe en la cabeza". A pesar de seguir pidiendo ayuda, según relata, "Josefa le propinó dos nuevos golpes que acabaron con su vida".
El hasta ahora asesino confeso indicó al funcionario que su expareja y él discutieron sobre qué hacer con el cuerpo y acordaron transportarlo en el maletero de su Alfa Romeo. Además, dice que esa noche durmieron en casa de la madre de su exnovia, de la que ha ofrecido la dirección.
Bernardo Montoya ha sido trasladado de una prisión a otra por motivos de seguridad y en la actualidad está aislado. Ahora, tras declararse inocente, la información ha sido trasladada a la justicia.
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