El elegante palacete victoriano en el que se encuentra la embajada de España en Londres, en el número 39 de Chesham Place, cuenta con un nuevo inquilino. En realidad no se trata de un embajador, sino de un cónsul en comisión de servicio, Álvaro de Salas, según supo Vozpópuli de fuentes diplomáticas y confirmó la Oficina de Información Diplomática (OID).
El Ministerio de Asuntos Exteriores ha enviado "temporalmente" a este último a la capital británica para suplir al cónsul general, Carlos Díaz, quien está de baja por problemas de salud, y ha decidido alojarle en las estancias privadas de la residencia "para reducir el coste de la comisión de servicio", según la OID.
Las tarifas de los hoteles en la capital británica son de las más altas del mundo y, además, en medio de la pandemia hay muy pocos abiertos al público por culpa de las medidas de confinamiento. La estancia en la capital británica se prolongará durante tres meses, según las fuentes diplomáticas, aunque la misma se podría acortar si Díaz regresa antes de lo previsto a su puesto. La residencia se encuentra en el mismo edificio que las oficinas de la embajada.
Sin urgencia con el embajador
El traslado del cónsul en comisión de servicio es un síntoma, en opinión de las citadas fuentes, de que el departamento de Arancha González Laya no tiene urgencia en suplir la vacante que dejó el anterior embajador, Carlos Bastarreche, cuando se jubiló el pasado 1 de febrero.
El Gobierno procedió a su cese un mes después de la firma definitiva del Brexit y de los acuerdos sobre Gibraltar con el Reino Unido. Diplomático de carrera, Bastarreche cumplió 70 años el pasado mes de noviembre, cuando como funcionario público debía haberse jubilado. Sin embargo, el Gobierno acordó mantenerle en el cargo hasta la firma de la salida definitiva del Reino Unido de la UE, en lo que supuso una prórroga con poquísimos precedentes.
Al frente de la embajada quedó como encargado de negocios José María Fernández López de Turiso hasta el momento en que se designe al nuevo embajador. Si bien el secretario de Estado para la UE, Juan González-Barba, indicó en noviembre que la vacante en la estratégica embajada en Londres se cubriría "en breve", lo cierto es que van pasando los meses y no hay novedades al respecto.
Irene Lozano, Ángeles Moreno y la socialista Susana Díaz aparecen en las quinielas para ocupar esta codiciada plaza diplomática en Londres
El propio González-Barba admitió en sede parlamentaria que la legación española ante el Reino Unido es "una embajada fundamental" y más en los primeros meses de rodaje del Brexit, de ahí que sorprenda el tiempo que se está tomando el Ejecutivo para solicitar el plácet al Gobierno de Boris Johnson.
Varios embajadores consultados por este periódico creen que este retraso se debe a que el propio Pedro Sánchez busca un embajador con más perfil político que diplomático, en un momento en el que la interlocución con el Gobierno británico es fundamental para que se materialice el acuerdo de Gibraltar y el Brexit sea una completa realidad cuando remita la pandemia.
Esa interlocución no la consiguió un diplomático curtido en las negociaciones de UE como era Bastarreche, lo que da una idea de lo difícil que resulta para un embajador español moverse con soltura y contactos de primer nivel entre la clase política británica.
En las últimas semanas han surgido candidatos potenciales para este puesto como Irene Lozano, actual presidenta del Consejo Superior de Deportes (CSD) y persona de la máxima confianza de Sánchez, aunque tiene en su contra que este 2021 es año olímpico y su marcha ahora sería un contratiempo.
También ha surgido el nombre de Ángeles Moreno, actual secretaria de Estado de Cooperación Internacional y que ya fue cónsul general en Londres. En Exteriores, uno de los techos de cristal por romper es que una diplomática ocupe una de las embajadas 'top', así que en el Ministerio muchos creen que esta vacante en Londres es un buen momento para dar este paso y mostrar con hechos la "política exterior feminista" que defienden Sánchez y Laya.
En las quinielas también aparece la opción de Susana Díaz ya que Sánchez podría recompensar a la actual líder del PSOE de Andalucía con este destino de campanillas si la expresidenta andaluza se aparta a un lado. El PP de Mariano Rajoy ya hizo un movimiento parecido con Federico Trillo, aunque Sánchez ya ha nombrado a cinco embajadores políticos -Cuba, OCDE, Unesco, OEA y Andorra- y tendría más difícil explicar esta hipotética deferencia con Díaz.
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