El Tribunal Supremo (TS) ha confirmado las penas de prisión impuestas a un cabo y a un caballero legionario por agredir a un sargento que les reprendió tras sorprenderlos apoderándose indebidamente de una botella de anís en la caseta en la que se almacenaban las bebidas para los festejos en 2016 de celebración del 96 aniversario de la Legión, en la base 'Álvarez de Sotomayor' de Viator (Almería).
El Alto Tribunal desestima los recursos de casación interpuestos por ambas defensas y ratifica la pena de un año y dos meses de cárcel a la que fue condenado el cabo, y la de seis meses de prisión que se impuso al caballero legionario, en quien sí se apreció la atenuante de embriaguez.
La sentencia recoge que los hechos se remontan a la comida de hermandad que celebraron el 18 de septiembre de 2016 miembros de la VII Bandera del Tercio 'Don Juan de Austria' 3º de la Brileg y sus familiares con motivo de la celebración del 96 aniversario de fundación de la Legión.
La sala de lo Militar considera suficientemente probado que ambos acusados se personaron a las 18.30 horas en el almacén en el que se guardaban las bebidas y sacaron una botella de anís.
A la vuelta, se encontraron con dos sargentos que les dijeron "que no podían" llevarse el licor y, si bien en un primer momento lo dejaron, a continuación lo volvieron a coger.
En ese momento, uno de los sargentos, según indica el fallo, se dirigió al cabo, quien llevaba la botella, "y le dio un tirón para quitársela de las manos", a lo que el caballero legionario, que se encontraba "embriagado", reaccionó propinándole "un empujón" que "desestabilizó al sargento y le obligó a dar unos pasos atrás".
Le golpeó en el rostro
El otro sargento presente en la escena, "para que la situación no fuese a más", intervino para sujetar al soldado, lo que "aprovechó el cabo para dirigirse al sargento" al que había empujado su compañero, "encararse con él y propinarle un golpe en el rostro, a la altura del labio superior".
La sentencia añade que el sargento, cuya absolución por un presunto delito de abuso de superioridad confirma el Supremo, "respondió y golpeó en el rostro al cabo", tras lo que ambos cayeron al suelo, "donde continuó el intercambio de golpes".
El incidente concluyó en un tumulto cuando varios legionarios, al ver "que no resultaba posible controlar la situación", acudieron al lugar, lo que dio lugar a "forcejeos" que cesaron cuando se pudo sujetar a los dos agresores y sacarlos del lugar.
El tribunal estima acreditado que la condición de suboficial del agredido era "conocida por ambos agresores" y remarca que durante la semana en la que sucedieron los hechos "el citado suboficial fue responsable de la caseta en la que se desarrollaron".
Los hechos probados recogen que el sargento sufrió "traumatismo en la boca con herida en la mucosa del labio inferior y pérdida del incisivo central superior" y una contusión en la mano derecha, lesiones de las que tardó en curar siete días.
Los dos legionarios condenados por un delito de insulto a superior, en su modalidad de maltrato de obra, sufrieron contusión en un ojo, contractura cervical, contusión facial y fractura del tabique nasal sin desplazamiento, lesión esta última de la que el cabo tardó en curar 25 días.
Al margen de las penas privativas de libertad, se les suspende de empleo militar y al cabo se le impone el pago de una multa de dos meses, a razón de diez euros diarios. Además deberá indemnizarlo con 1.541,48 euros.
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