Cuenta atrás para la iniciativa parlamentaria que modifica el Reglamento de la Cámara del Congreso para el uso de lenguas cooficiales, que fue registrada esta semana por el bloque del PSOE sin Junts, que votará a favor como permuta tras la investidura de la socialista Francina Armengol al frente de la Mesa del Congreso. Se espera que la propuesta sea debatida entre el 19 y 23 de septiembre, que incluye el uso tanto del catalán, como el euskera, el gallego, el valenciano y también el occitano a propuesta de ERC. Los plazos para aterrizar los servicios que incluiría esta medida son apurados ya que la institución deberá llevar a cabo una serie de contrataciones y sistemas de traducción de los que actualmente no dispone, haciendo uso de manera urgente del Fondo de Remantes Presupuestarios.
De momento, el uso de las lenguas cooficiales ya es un hecho en la Cámara Alta. El senado da espacio al uso de otras lenguas en los plenos, comisiones, en presentación de iniciativas y todo tipo de actividad parlamentaria a través de una iniciativa iniciativa de Junts aprobada justo el año pasado. En 2021, el grupo de Carles Puigdemont ya hizo una estimación de lo que supondría universalizar las lenguas cooficiales, con un coste de 980.000 millones de euros, que nunca se llegó a aprobar. Si bien queda por saber el presupuesto final para la Cámara Baja, los recursos para ello podrían superar fácilmente el millón que Junts preveía para el Senado.
Régimen económico de los traductores
Con su uso en el Senado, la Mesa del Senado aprobó en 2020 el régimen económico para aplicar a los intérpretes para las sesiones plenarias. Esas medidas recogen que cuando el trabajo se desarrollo en dos días, finalizando el segundo antes de las 16 horas, la interpretación se remunere con 1.110,44 euros con una dieta y media de 270 euros. El valor de la transcripción es de 5,43 euros por minuto y el del desplazamiento de 0,19 por km.
Por otro lado, cuando el trabajo de los intérpretes se desarrolle en dos días, finalizando el segundo después de las 16:00 horas, el trabajo se remunerará con 1.1110, 44 euros a las que se sumará media jornada, con un valor de 277 euros si la segunda finaliza después de las 20 horas. Las dietas en este caso tienen una cobertura de hasta 360 euros y el valor de la transcripción asciende a 5,43 euros por minuto. La Mesa del Senado, con mayoría del PSOE y PNV, decidieron en su momento acordar esta retribución para este servicio.
Bolsa externa y cobros aunque haya anulaciones
Estos intérpretes prestan su servicio de manera externa y pertenecen a una bolsa de empleo tras un examen que hizo la Cámara Alta en 2005 y que aún no se ha actualizado. Además, el acuerdo también recoge que en el caso de anulación o cambios en el calendario de sesiones plenarias, o en el de alteración del orden habitual de tramitación de los asuntos incluidos en el orden del día de aquéllas, que hayan sido comunicado al equipo de intérpretes, el Senado abonará sus honorarios igualmente.
Moción del Grupo Mixto
En noviembre de 2020, el Grupo Parlamentario Mixto de la Cámara Alta presentó una moción a la Mesa del Senado sobre el gasto que suponía la contratación de intérpretes en la Cámara Alta para traducir de lenguas cooficiales al castellano.
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