El PP aprovechó las generales del 23-J para usar el eslogan de "Verano azul" pero, si hay repetición electoral, ningún partido podrá hablar, por ejemplo, de "Blanca Navidad". De no lograr ni Feijóo ni Sánchez ser investidos, los nuevos comicios se celebrarán el 14 de enero, pero los españoles también se ahorrarán la campaña en plenas fiestas navideñas gracias a la reforma de la ley electoral de 2016.
Esa reforma se produjo en previsión de unas terceras elecciones consecutivas después de las de diciembre de 2015 y junio de 2016 y antes de que los barones del PSOE forzaran la dimisión de Pedro Sánchez para facilitar, con su abstención, la investidura de Mariano Rajoy. Antes de estos movimientos, la inminencia de unas terceras generales el 25 de diciembre hizo que los partidos se pusieran de acuerdo para cambiar la ley.
En el nuevo texto, se estableció que, ante una repetición electoral, se reduce de 54 a 47 días el tiempo entre la disolución de las Cortes y la fecha de las elecciones, y de dos a una sola semana la campaña electoral.
De esta forma, en 2016 se pretendían evitar nuevas generales del día de Navidad para que fueran el domingo anterior, el 18 de diciembre. Y, aunque en aquella ocasión no fue necesario aplicar la reforma legislativa, ahora, de haber repetición electoral pasados dos meses de la investidura fallida de Feijóo, los españoles no tendrán que soportar anuncios de los partidos políticos mientras reciben publicidad de las diversas compras navideñas.
La campaña, 'regalo' de Reyes
Teniendo en cuenta que las elecciones generales se celebrarían el 14 de enero tras confirmar Francina Armengol la fecha de la investidura de Feijóo para los días 26 y 27 de septiembre y que los partidos no tendrán permitido iniciar la campaña electoral hasta una semana antes de los comicios, los candidatos podrían empezar a pedir el voto a partir del viernes 5, día de la Cabalgata de Reyes.
Los aspirantes a La Moncloa, por tanto, pueden quedar opacados con los 'Magos de Oriente' y esperar hasta el lunes 8 para lanzar sus principales mensajes electorales, con la celebración de algún debate incluida. Tras la resaca de los Reyes, los españoles decidirían, una semana después, qué políticos merecen el 'regalo' de su voto y quiénes carbón.
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