Se cumplen 365 días de la entrada en vigor de la ley del solo sí es sí. El buque insignia del Ministerio de Igualdad partía hace un año con el foco puesto en una mayor regulación del consentimiento y el endurecimiento de los abusos, pero ha pasado a la historia por impulsar una rebaja masiva de penas a violadores. A día de hoy la cifra asciende a más de 1.200 y a 121 las excarcelaciones. Nadie en el Gobierno ha dimitido por sus efectos, pese a que este asunto llevó a la coalición al límite y tensó la cuerda al máximo con el Poder Judicial.
La Ley de Garantía Integral de la Libertad Sexual puso en pie de guerra al sector de Podemos en el Gobierno, mientras que en el PSOE guardaron silencio. No fue hasta febrero cuando Pedro Sánchez se pronunció sobre "los efectos indeseados" de la ley estrella de Irene Montero. Tuvieron que pasar dos meses más para que pidiera perdón a las víctimas. En abril, con el apoyo del PP, sacaron adelante la contrarreforma del 'solo sí es sí' con el fin de frenar el goteo de las rebajas.
Pero para entender el alcance de la ley hay que remontarse al 26 de abril de 2018. Ese día la Audiencia Provincial de Navarra condenó por abusos (y no por agresión sexual) a los miembros de La Manada que violaron a una joven en los Sanfermines. El fallo (que terminó corrigiendo y endureciendo el Supremo) provocó una oleada de protestas feministas bajo el lema 'Hermana yo sí te creo'.
Se ignoró a los expertos
El entonces ministro de Justicia del PP, Rafael Catalá, ordenó al órgano asesor de su departamento que estudiase a fondo una posible reforma del Código Penal. La Comisión General de Codificación -creada a mediados del siglo XIX- se puso manos a la obra. Una treintena de juristas de reconocido prestigio trabajaron durante meses llegando a elaborar varios borradores.
Como informó este medio, estudiaron la posibilidad de reforma el delito de abuso sexual y la agresión. Tras mucho tiempo de trabajo la mayoría acordó unificarlo pero respetando la proporcionalidad de las penas, de manera que se mantenía la divergencia punitiva entre un abuso y una violación.
El CGPJ advirtió en 2021 que con la ley del 'solo sí es sí' se producirían rebajas de condenas a violadores
Con la llegada a Moncloa del PSOE estos trabajos no vieron la luz. La entonces ministra de Justicia, Dolores Delgado, hizo decaer la propuesta del órgano asesor de Justicia para que se impusiera la de Podemos. Durante el trámite parlamentario de la norma se recabaron informes preceptivos (aunque no vinculantes) del CGPJ, el Consejo de Estado y el Consejo Fiscal.
Este último órgano (que se pronunció bajo el mandato de Dolores Delgado como fiscal general) fue el único que avaló sin fisuras la ley del 'solo sí es sí'. El Consejo de Estado advirtió del tono "reivindicativo" del anteproyecto y ya puso sobre la mesa que se "reducían los límites máximos" de algunas penas como los tipos básicos y agravados de la agresión sexual. El CGPJ fue el más explícito al advertir ya en 2021 de que con el cambio penológico se produciría una rebaja de las condenas a violadores.
"Jueces machistas"
Pese a ello el Gobierno aprobó la norma y se publicó en el BOE el 7 de octubre de 2022. La consecuencia directa fue la rebaja, ya en los primeros compases de su aplicación, de condenas a agresores sexuales. Las primeras de ellas las acordó la Audiencia de Madrid, tal y como se conoció a mediados de noviembre. En una se ordenaba incluso la "inmediata" puesta en libertad del condenado al extinguirse la pena.
Ya en esos primeros fallos los magistrados argumentaron su decisión apelando a los efectos de la nueva norma y del carácter retroactivo que tienen las leyes siempre y cuando beneficien al reo (artículo 2.2 del Código Penal). Pero el sector morado del Gobierno salió al paso tildando a los jueces de machistas. El núcleo duro de Montero negó que la ley tuviera estos efectos y dijo que el problema no era de la norma sino de su "interpretación".
"Fórmense, señores jueces", fue la respuesta de la secretaria de Estado de Igualdad, Ángela Rodríguez Pam.
Pero los tribunales continuaron aplicando el cambio legal y a las rebajas de Madrid se fueron sumando revisiones en todo el territorio nacional. Así se llegó a cierre del año con un suma de, al menos, 133 reducciones de condenas. Para entonces ya se había advertido que la cifra iría en aumento ante la avalancha de recursos a condenas por abuso y agresión sexual.
Sin embargo, desde Igualdad se redujo la alarma social generada. "Los violadores a la calle. Miles. Oleadas", dijo Pam durante su participación en un foro. En abril, cuando la cifra se acercaba al millar, la 'número dos' de Igualdad pidió perdón a las víctimas y dijo que se tergiversaron sus palabras para insinuar que se reían de la situación.
La instrucción de la Fiscalía
Por su parte, la Fiscalía General del Estado reaccionó rápido a la crisis. En noviembre, el fiscal general dio orden a los fiscales de que se opusieran a rebajar las penas siempre y cuando se contemplaran dentro de la ley del 'solo sí es sí'. En marzo, emitió la circular sobre las instrucciones. Sin embargo, todas las miradas estaban puestas en el Tribunal Supremo, el cual desde el primer momento dijo que se estudiarían los casos de manera individualizada.
En paralelo Moncloa abrió la puerta a reformar la ley para evitar mayores consecuencias a largo plazo. La falta de acuerdo entre los socios de gobierno hizo que el PSOE sacara adelante en abril su contrarreforma del 'sí es sí'. La misma introdujo la violencia como subtipo agravado con el fin de evitar más revisiones a la baja.
Sin embargo, la vigencia de la otra norma y su carácter retroactivo hizo que el contador se disparara en los primeros meses del año. Se pasó de medio centenar de rebajas en febrero al millar dos meses después. En marzo el CGPJ asumió el recuento oficial de rebajas que mantiene a día de hoy.
'Solo sí es sí' y la Manada
Mientras tanto, el Tribunal Supremo fue acumulando recursos y el 7 de junio celebró un Pleno monográfico para analizar una treintena de ellos. Tras dos días reunidos, la Sala de lo Penal avaló los fallos de las audiencias provinciales en detrimento del criterio de la Fiscalía. El varapalo al Ministerio Público fue doble porque tampoco se estimó la petición defendida por el Gobierno de que se tuviera en cuenta la disposición transitoria del Código Penal de 1995 que no se incluyó en la redacción de la norma.
En los últimos meses el conteo se ha ralentizado, aunque todavía quedan recursos por estudiar. A fecha de 18 de septiembre, el número de revisiones era de 1.205 y 121 las excarcelaciones. El grueso de todas ellas se ha acordado en las audiencia provinciales, liderando en rebajas la de Madrid (130); Barcelona (66) y Valencia (57).
Entre los caso más destacados que se han beneficiado del 'solo sí es sí' destaca el conocido como violador del ascensor, a quien se le rebajó la pena en dos años; un violador reincidente de Lérida a quien se le ordenó su puesta en libertad; un hombre condenado por violar durante 14 años a su hija y, finalmente, uno de los miembros de La Manada.
La ley, que nació al calor de las protestas por la sentencia contra los condenados por la violación de San Fermín, ha terminado beneficiando a uno de ellos. Cabe recordar que el Tribunal Supremo, con el anterior Código Penal vigente, modificó la sentencia inicial y les condenó a 15 años por violación.
Pese a estar ya modificada, los efectos de la 'ley del solo sí es sí' se seguirán sintiendo ya que la contrarreforma de Justicia solo tendrá validez para las agresiones que se produzcan después de su entrada en vigor. Así pues, la ley estrella de Igualdad, que ahora cumple un año, todavía se seguirá aplicando en aquellos casos en los que beneficie al condenado.
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