Los héroes de la DANA, un mes después

Las historias de rescate de Daniel, de Cristian, del sargento del Río o del teniente Cristian no han quedado en el olvido. Se cumple un mes de la tragedia de la DANA en Valencia y las cicatrices no se han curado. "Aún estamos asimilando todo lo que hemos sufrido", relata uno de estos protagonistas a Vozpópuli. Estos agentes de la Policía Nacional y la Guardia Civil se han convertido en los rostros de los héroes de la DANA al haber salvado con sus intervenciones a decenas de personas que estaban atrapadas durante las primeras horas del temporal.

Todos estos policías y guardias civiles tuvieron que luchar contra el lodo para auxiliar a centenares de personas que iban a ser arrastradas por la corriente. Rescataron a familias que lloraban en el techo de sus coches rodeadas por el agua. Hicieron agujeros en paredes para sacar a trabajadores de sus locales. No hicieron caso a las heridas que sufrieron ni a la hipotermia que les impedía respirar ya que solo tenían un objetivo: salvar vidas.

Una cuerda de sábanas y cortinas

Después de todas estas actuaciones volvieron a la realidad en sus casas. Muchos de ellos también son damnificados por el temporal ya que perdieron a conocidos o seres queridos. Atendieron de forma respetuosa a los medios de comunicación para relatar sus vivencias y rápidamente se pusieron el mono de trabajo para seguir ayudando a sus compañeros en los trabajos de búsqueda de desaparecidos o limpiando Paiporta, Albal, Aldaya o Sedaví. Estos son los nombres propios de los héroes de la DANA.

Una de las historias más angustiosas pero que acabaron con final feliz tuvo como protagonista a Daniel, subinspector de la Policía Nacional destinado en Valencia. Fue en la localidad de Benetúser. Este agente, que no estaba de servicio, logró mantener a flote a una vecina cuando estaba siendo arrastrada por la corriente. Instantes antes ya había salvado a otra vecina gracias a una cuerda que hizo con sábanas. 

Estas dos mujeres tuvieron la suerte de que Daniel García observaba desde la ventana de su casa junto a sus hijos como el temporal hacía estragos. Utilizó para salvar a estas vecinas cuerdas de sábanas y cortinas. Tuvo que aguantar durante minutos la fuerza del agua pero no se vino abajo.

Una cadena humana de policías

Casi a la misma hora, en otro punto de la región, el subinspector Pau, de la Policía Nacional de Xirivella, junto a sus hombres, formaron una cadena humana, agarrados a señales de tráfico y árboles, para poner a salvo a once personas que se encontraban atrapadas en sus vehículos durante la riada en el camino de Faitanar de Xirivella-Picanya.

Cuando parecía que su labor había finalizado con éxito tuvieron que volver al escuchar gritos de auxilio. Había dos hombres subidos a los árboles. El agua les cubría el pecho y la corriente era cada vez más fuerte pero no cesaron en su empeño y consiguieron rescatar a estos dos septuagenarios.

Vozpópuli también reveló otra historia de perseverancia de dos policías nacional que se encontraron con la riada en la V-30 y gracias a su intervención consiguieron asegurar a un centenar de personas. Los funcionarios, que están especializados en luchar contra el narcotráfico, se jugaron la piel hasta las dos de la mañana en uno de los puntos, Paiporta, más dañados por el temporal. 

"Ha sido un honor poder ayudarlas"

Los agentes de la Guardia Civil de la zona también fueron protagonistas de historias heróicas. El teniente Cristian salvó de morir ahogadas en Chivas a Teresa y a su cuidadora, también llamada Teresa. "Ha sido un honor poder ayudarlas", manifestó el funcionario en un vídeo en el que se reencontraba con estas dos mujeres.

Cristian, acompañado de otros diez hombres, colaboraron para auxiliar a decenas de personas, resguardándose en las plantas más altas del edificio. Esteban Pol y Juanjo Marín fueron otros de los guardias que cooperaron en estas intervenciones cuando el agua arrasaba todo lo que encontraba a su paso.

Precisamente, la violencia del agua también arrastró al sargento Del Río hasta las inmediaciones del cuartel de Paiporta, donde pudo llegar gracias al auxilio de su compañero, el cabo Rivas. Allí pasaron la noche y trasladaron a los vecinos a las zonas altas para que no murieran ahogados.

Estos son algunos de los nombres propios que han dado un poco de luz y esperanza en la oscuridad de la DANA. No hay que olvidar que por las calles de Valencia han pasado miles de policías y guardias civiles para ayudar en los trabajos de limpieza. Aún siguen en estos puntos. Volviendo a las cifras, solo hay un millar de agentes de Policía Nacional en prácticas en la zona.

Estos alumnos recibieron un homenaje por parte del alcalde de uno de los puntos más afectados por el temporal. El regidor de Massanassa agradeció su labor: "Lo váis a llevar siempre en vuestro corazón". Un corazón inmenso de los héroes que pusieron en riesgo sus vidas para salvar otras.

 

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