España

Los peajes suben en 2025 en Galicia al tiempo que llega por primera vez el Cercanías de Renfe

Según las previsiones del Gobierno, el próximo año debería estar en marcha el despliegue del núcleo de un servicio ferroviario de cercanías en Galicia

La AP-53 dejará de ser el próximo año la única autopista de España sin bonificaciones en sus peajes, lo cual no impedirá que tanto esta vía, como la AP-9, que ampliará los descuentos existentes a lo largo de 2025, incrementen su coste incluso por encima de la inflación por los acuerdos de años anteriores.

Durante 2025, además, está previsto que se vuelva a abordar el traspaso de la AP-9 a Galicia, un debate que lleva meses aparcado en el Congreso y que el Parlamento gallego ha reclamado por unanimidad hasta en cuatro ocasiones.

El próximo año, también, según las previsiones del Gobierno, debería estar en marcha el despliegue del núcleo de un servicio ferroviario de cercanías en Galicia.

Entre otras actuaciones, este es el estado de las principales infraestructuras terrestres y ferroviarias en Galicia a finales de 2024 y las previsiones para 2025.

Viaducto do Castro (A-6), autovía Santiago-Lugo y nueva circunvalación de Pontevedra

Antes de final de año se reabrirá al tráfico el viaducto do Castro, en la autovía A-6 de conexión con la Meseta, una infraestructura que colapsó y que ha tenido que ser reconstruida en los últimos dos años.

También está previsto que en los próximos días se abra al tráfico el tramo entre Melide y Palas de Rei de la sempiterna e inacabada obra de la autovía entre Santiago y Lugo.

Quede inaugurado o no en lo que queda de año -el plazo será de días- lo siguiente sería el tramo de 16 kilómetros pendiente entre Arzúa y Melide, el último para concluir una conexión que ha tardado veinte años y que, según el ministro de Transportes, Óscar Puente, estará listo a finales de 2025.

En Pontevedra se inaugurarán en breve los primeros seis kilómetros de la autovía A-57, entre Vilaboa y Marcón, una suerte de circunvalación por el interior de la ciudad.

También, a pesar de que no estará listo el próximo año, se ha avanzado en el proyecto de conexión entre la A-52 y la A-55 -entre O Porriño y Vigo- mediante un nuevo trazado de unos 10 kilómetros que incluye un túnel de más de 4 kilómetros y evitaría las curvas de Mos.

El trazado elegido, que se ha puesto a exposición pública y deberá pasar los trámites ambientales, tiene un coste estimado de 389 millones de euros.

Servicio de cercanías en menos de un año

El anuncio de la puesta en marcha en menos de un año del servicio ferroviario de cercanías puede aliviar el tráfico de una red, el Eje Atlántico, colapsada.

El secretario General de Movilidad Sostenible, Álvaro Fernández, anunció esta semana en el Congreso de los Diputados que, en un plazo inferior a un año, una vez terminados los estudios de demanda que están en marcha, el Gobierno iniciará con Renfe el despliegue de los Cercanías en Galicia.

"Es un estudio de un plan de explotación, a partir del cambio de concepto de media distancia o media distancia de proximidad a un verdadero núcleo de cercanías, con posibilidad de integración tarifaria con otros modos de transporte, un concepto metropolitano del área funcional", añadió en respuesta al diputado del BNG Néstor Rego, formación con la que el PSOE firmó un pacto de investidura.

Lo cierto es que la gratuidad de los abonos ha disparado una ya alta demanda en los servicios denominados de media distancia en el Eje Atlántico, entre A Coruña y Vigo, el más solicitado por estudiantes y trabajadores en la comunidad, al que se suman en épocas puntuales turistas.

Alta velocidad: mucha demanda, retrasos y nula competencia

Una parte de la demanda, al menos entre Santiago, A Coruña y Vigo con Ourense se ha satisfecho con la entrada en marcha de los trenes Avril, de mayor capacidad y más modernos que los Alvia, que unen las capitales gallegas con Madrid.

Con la circulación de los trenes Avril desde el pasado mayo se han rebajado, además, los tiempos de conexión, afectados, en cualquier caso, por numerosos retrasos e incidencias, que han alimentado la batalla política entre la Xunta y el Gobierno.

La puesta en marcha durante 2024 de los servicios de bajo coste de Renfe, AVLO, ha paliado en parte, pero no solucionado, la alta demanda de este servicio en el que aún no hay competencia al operador estatal, ya que ni Ouigo, ni tampoco Iryo, operan en la línea gallega.

Iryo reiteró esta misma semana el interés de la compañía italiana en operar en Galicia en la segunda fase de liberalización del transporte iniciada por la firma de infaestructuras pública Adif y en llegar en el futuro a extender la conexión de alta velocidad con Portugal.

Conexión con Portugal: 2030, 2032, 2034...

Como si de un juego de adivinanzas se tratase la fecha para la conexión entre Vigo y Oporto ha estado bailando entre las distintas administraciones y actores políticos responsables, a uno y otro lado de la raya.

Una de las claves para acelerar esta conexión es la denominada salida sur de Vigo, entre la ciudad y la frontera portuguesa, que evitaría amplios rodeos y mejoraría la conectividad.

Pero Gobierno, Xunta, Ayuntamiento y autoridades portuguesas discrepan de la fecha y de las prioridades; ya que mientras para unos urge más la conexión entre Madrid y Lisboa, también en marcha; para otros es prioritaria la vía Oporto-Vigo.

Autovía Santiago-Noia

Además de estas infraestructuras, de competencia estatal, la Xunta ha anunciado la extensión de la autovía Santiago-Brión hasta Noia, trabaja en la ampliación de la autovía Santiago-A Estrada y ha recuperado la concesión de cuatro autovías: O Salnés, Barbanza, Santiago-Brión y Ourense-Celanova.

En las autopistas gallegas con peaje -AG-57 y AG-55- seguirán vigentes los descuentos de los últimos años, si bien la oposición reclama su eliminación.

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