Los socios parlamentarios han echado esta semana un jarro de agua fría sobre el intento del Gobierno de aprovechar la catástrofe en Valencia para convencerles de que rebajen sus exigencias económicas y apoyen el proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado 2025. PNV, ERC y Podemos no llegan a calificarlo de "chantaje" como sí han hecho Junts per Catalunya y un PP que apoyará los 10.600 millones incluidos en el decreto ley de emergencia pero no las cuentas públicas del año próximo. Todos, Junts, ERC y Podemos, por ejemplo, han recibido con distinto grado de prevención las palabras de Pedro Sánchez el martes en las que vino a ligar políticamente una cosa y otra, aunque La Moncloa lo niega.
Es cierto que el decreto está publicado en el BOE, en vigor -los afectados ya pueden apuntarse- y se convalidará por el Congreso dentro de unas semanas, pase lo que pase con el presupuesto, pero el presidente de alguna manera relacionó la respuesta a la DANA, que traerá consigo más decretos ley y, por tanto, se extenderá durará meses, con la negociación política de las cuentas del año próximo, ahora en marcha. Sánchez afirmó este martes en la presentación de los primeros 10.600 millones que hay que "encontrar los vehículos más eficaces y más ágiles posibles en el marco de los presupuestos para llegar a dar la respuesta más eficaz y equitativa posible”.
Tras esas palabras, no sólo Alberto Núñez Feijóo, también los partidos de la mayoría parlamentaria, en plena negociación con la vicepresidenta y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, mostraron en privado su temor a que el PSOE esté intentando una envolvente a fin de que sean menos exigentes en sus condiciones para dar el Sí a los presupuestos; en definitiva, que Sánchez aproveche el clima emocional de conmoción y solidaridad máxima desatado en España tras las desastrosas lluvias del 29 de octubre, con cientos de miles de valencianos sin casa y sin vehículo, y 4.500 empresas, buena parte del tejido productivo de esa comunidad autónoma, arruinadas, para torcerles políticamente el brazo.
El presidente del PNV, Andoni Ortúzar, admite que "nos gustaría que hubiera Presupuestos, pero no hay que confundir los deseos con la realidad. Lo veo difícil. Si me hubiera preguntado hace dos semanas, hubiera dicho que sí, que había un 60% de probabilidades. Ahora creo que han bajado por debajo del 50% porque la situación política se ha enconado"
El PP ya ha dicho que no piensa apoyar a Pedro Sánchez, por más que Diana Morant y el PSPV vayan a hacer el gesto de aprobar los presupuestos del Gobierno Valenciano presidido por Carlos Mazón, mientras que el PNV va a seguir reuniéndose con el PSOE con "predisposición al acuerdo", indican a Vozpópuli fuentes de su grupo parlamentario; porque el partido gobernante en el País Vasco necesita que la legislatura dure para sacar adelante la reforma del autogobierno que ha puesto encima de la mesa el lendakari, Imanol Pradales, y que con un Gobierno PP/Vox no sería siquiera planteable.
Sin embargo, su presidente, Andoni Ortúzar, admite que "nos gustaría que hubiera Presupuestos, pero no hay que confundir los deseos con la realidad. Lo veo difícil. Si me hubiera preguntado hace dos semanas, hubiera dicho que sí, que había un 60% de probabilidades. Ahora creo que han bajado por debajo del 50% porque la situación política se ha enconado". Un diagnóstico que comparten algunas fuentes socialistas y de Sumar, a tenor de los acontecimientos de las últimas semanas ya antes de la tragedia de Valencia.
La 'guerra' Sumar/Podemos
De hecho, Ortúzar no se refiere precisamente al coste de la reconstrucción de Valencia como obstáculo sino a las condiciones que ha aprobado la militancia de Podemos: romper relaciones comerciales con Israel y bajar por decreto los alquileres un 40%. "Eso es imposible, es tanto como un no a los presupuestos en diferido", señalan fuentes de uno de los partidos que sostienen a la coalición PSOE/Sumar. El PNV ve a los morados muy motivados contra el socio minoritario del Gobierno y, en concreto, contra su enemiga Yolanda Díaz.
"La verdad es que, si hay un adelanto electoral, Podemos sería el gran beneficiado a nuestra izquierda nuestra porque Sumar está muerto", señala un alto cargo socialista, que reconoce que la pelea en el ámbito a la izquierda del PSOE es ahora mismo el principal riesgo al que se enfrenta la legislatura, por encima de la actitud "siempre imprevisible" de Carles Puigdemont y Junts per Catalunya. Podemos ha olido sangre política con la caída por un presunto delito de acoso sexual del que hasta hace dos semanas era el portavoz parlamentario de Sumar, Íñigo Errejón, y cada vez ve más cerca la posibilidad del sorpasso electoral a los de Díaz; una "muy mala noticia" para La Moncloa y Ferraz, admite esta fuente.
Junts ha registrado una proposición no de ley en la que pide al Gobierno que active inmediatamente fondos para paliar los daños en Valencia haciendo uso de los instrumentos extraordinarios que tiene al alcance; y sin esperar a unos "hipotéticos" presupuestos generales del Estado para el año próximo, que igual no llegan a aprobarse.
De momento, la secretaria general de Podemos, Ione Belarra, y el portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, le han dicho al presidente que se olvide de cruzar ambas variables para demandarles menos exigencias: las ayudas a los valencianos, que han de vehiculares a través de créditos extraordinarios, con el Proyecto de ley de Presupuestos 2025. Son dos cosas distintas. Los morados ven "una torpeza" vincular ambas cosas teniendo el instrumento del decreto-ley.
Lo mismo opina ERC, cuyo apoyo resulta aún más complicado que el de Podemos porque, además, tiene pendiente decidir si apoya los primeros presupuestos del socialista Salvador Illa como presidente de la Generalitat. Ninguna de las dos decisiones se va a tomar antes de que las bases elijan al nuevo líder del partido republicano, el 30 de noviembre. En el mejor de los casos tanto para Illa como para Sánchez: que sea reelegido Oriol Junqueras, partidario de poner fin al procés para distanciarse definitivamente de Puigdemont aunque eso conlleve sostener en La Generalitat y en La Moncloa, uno y otro presupuesto no llegarán antes de enero.
Primero, probablemente el de Illa, que presiona a ERC para que apoye sus cuentas para tenerlas listas el uno de enero. Si esto ocurre, el Proyecto de Ley de Presupuestos 2025 podría retrasarse hasta entrado el año próximo porque los republicanos dilatarán al máximo mese apoyo para que Junts y el resto del independentismo catalán no se les echen encima. Junts, en concreto, ha registrado una proposición no de ley en el Congreso en la que pide al Gobierno que active inmediatamente fondos para paliar los daños en Valencia haciendo uso de los instrumentos presupuestarios extraordinarios que tiene al alcance; y sin esperar a unos "hipotéticos" presupuestos generales del Estado para el año próximo, que igual no llegan a aprobarse.
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