El sindicato Manos Limpias fue la primera acusación popular personada en el 'dieselgate', el trucaje de motores de algunos vehículos del Grupo Volskswagen para simular menores emisiones contaminantes. Lo hizo después de que Ausbanc transfiriera a una cuenta del sindicato los 3.000 euros exigidos como fianza por el tribunal que instruye la causa. Tanto Luis Pineda, presidente de Ausbanc, como Miguel Bernad, secretario general de Manos Limpias, permanecen encarcelados desde el pasado día 15 acusados de coaccionar a entidades bancarias y empresas para conseguir contratos publicitarios para sus publicaciones a cambio de un trato favorable en las mismas. Ausbanc se servía de Manos Limpias para ejercer dichas presiones, personándose el sindicato como acusación popular en aquellas causas de interés para la asociación.
Tras la personación en la causa, Hermenegildo García García, tesorero de Ausbanc Madrid y director de Comunicación y Relaciones Institucionales de Ausbanc, fue encargado de negociar con el grupo automovilístico siguiendo instrucciones de Luis Pineda, según sostiene el auto del juez Santiago Pedraz de este viernes en el que se decreta la libertad provisional sin fianza para ocho directivos de la asociación.
"¿Se pretendía también presionar a ese grupo?", se pregunta el magistrado en el auto
El primer contacto lo mantuvo con la directora de Comunicación de Volkswagen, según una conversación intervenida por la Policía, a la que seguirían otras para intentar conseguir una reunión entre Luis Pineda y algún responsable del grupo automovilístico. “¿Se pretendía también presionar a ese grupo?”, se pregunta el magistrado en el auto citado. Lo cierto es que el mismo 5 de febrero los investigadores interceptaron una conversación entre Hermenegildo y Pineda, en la que ambos hablan de una nota de prensa para dar a conocer un juicio ganado al Grupo Volkswagen en la que dicen se trataría de la primera sentencia condenatoria en el tema de las emisiones contaminantes, cuando no era cierto.
Pineda le dice a su interlocutor: “Ese es el recordatorio, pero, pero claro. Es que la, es que tú y yo sabemos que la sentencia no es exactamente de eso”, riéndose ambos y contestando Hermenegildo: “¡Ya lo sé perfectamente!”. “Tratan –dice el auto del juez- de dar una apariencia de ‘buen hacer’ de Luis Pineda”.
Hermenegildo García, a quien el magistrado dejó en libertad sin fianza tras prestar declaración, con la retirada del pasaporte, prohibición de salir del territorio nacional y la obligación de comparecer en la Audiencia Nacional cada quince días, llevaba vinculado al entramado societario de Ausbanc desde el año 2006, pasando en 2013 a ocupar el cargo de Tesorero de Ausbanc Madrid y, por tanto, a formar parte de la Junta Directiva. Según su declaración, aceptó el cargo por imposición de Pineda, sin que ejerciera función alguna en la junta, limitándose a firmar. Hermenegildo aseguró que existía un temor general en todo el personal de Ausbanc a que les rebajaran el sueldo o les despidieran si llevaban la contraria al presidente. Pese a ello, el juez considera que habría actuado como testaferro, con dejación de funciones, siendo conocedor de los métodos utilizados por Pineda para lucrarse.
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