La Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de la Policía remitió por mail el pasado 25 de febrero a numerosas entidades bancarias un mandamiento judicial firmado por el magistrado Santiago Pedraz en el que solicitaba información sobre las cuentas que en las mismas tenían abiertas los miembros de la trama delictiva desarticulada la semana pasada. El correo señalaba que el original se remitiría por correo certificado y recogía que las diligencias que amparaban tal mandamiento estaban declaradas secretas, pero mencionaba que en las mismas se investigaba a Luis Pineda y a otros directivos con responsabilidades en Ausbanc.
Un representante de la asesoría jurídica de la entidad se puso esa misma mañana en contacto con los investigadores para solicitar que el envío físico se realizara a su nombre. La Policía comprobó cómo a partir de ese momento las llamadas y las reuniones entre Luis Pineda y el secretario general de Unicaja, que eran controladas a través de intervenciones telefónicas, pasaron a ser inexistentes. El auto del juez recoge que el 17 de marzo Luis Pineda fue informado por alguien de Unicaja de que estaba siendo investigado por la UDEF y la Audiencia Nacional, según se desprende de una conversación telefónica intervenida que mantienen Ángel Garay, adjunto a la presidencia de Ausbanc, y otra persona no identificada.
Tras el chivatazo los contactos entre Luis Pineda y el secretario general de Unicaja se cortaron abruptamente
Se da la circunstancia de que Braulio Medel, presidente de Unicaja, figura entre los investigados en el caso de los ERE de Andalucía, causa en la que Manos Limpias ejerce la acusación popular, y que Luis Pineda estaba negociando con el secretario general de la entidad el posible cese de la imputación a cambio de una importante contraprestación económica camuflada en convenios publicitarios, patrocinios y otros servicios prestados por las sociedades del grupo Ausbanc. Medel declaró el 17 de febrero y Manos Limpias manifestó en esa comparecencia que estaba barajando pedir al archivo de la causa contra el presidente de Unicaja al quedar muy satisfechos con su declaración.
El juez sostiene en su auto que la cantidad de dinero acordada que Unicaja tendría que pagar al grupo Ausbanc para que Manos Limpias solicitase el archivo de la causa en lo relativo a Braulio Medel rondaría la cantidad de un millón de euros, de los que 600.000 euros se tendrían que pagar previamente a la declaración del presidente de la caja, como así se hizo, y los 400.000 restantes tras la misma para que por parte de Manos Limpias se presentase el escrito solicitando el archivo de la causa, cosa que hizo el 1 de marzo.
El auto del juez sostiene que los primeros 600.000 euros se pagaron en diferencias transferencias, concluyendo su abono el 2 de febrero. Respecto al pago del segundo bloque por importe de 400.000 euros constan unos mensajes que Luis Pineda envió el 19 de febrero, tres días después de la comparecencia de Braulio Medel en el juzgado, al móvil del secretario general de Unicaja en los que le dice que “…tengo hasta el miércoles de la semana que próxima para cumplir mi palabra. Tenéis que abonar los cuatrocientos adeudados y de los que tienes todos los documentos y facturas, o no respondo”. Fechas después, el chivatazo alertó a Pineda de las pesquisas policiales y sus comunicaciones con el secretario de la entidad se interrumpieron abruptamente, sin que en el auto del juez figure si Unicaja abonó finalmente los 400.000 euros restantes de la extorsión.
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