"Todas las hipótesis están abiertas", esgrimía el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, en relación con la serie de ataques que perpetró Yassin Kanza en Algeciras el pasado miércoles, matando al sacristán de una iglesia e hiriendo a otras cuatro personas. Los investigadores sospechan que, al margen de sus posibles problemas psiquiátricos, actuó inspirado por la propaganda radical salafista que se localizó en su vivienda; grupos terroristas que instan a cometer ataques con cualquier elemento que provoque la muerte. En el caso de Yassin Kanza fue un machete. Un modelo que, según ha podido comprobar Vozpópuli, se vende actualmente por Internet. Policías piden un mayor control sobre la comercialización de estas armas blancas.
Las primeras informaciones que llegaban desde Algeciras eran confusas. El caos reinaba en torno a las iglesias de San Isidro y Nuestra Señora de la Palma. Yassin Kanza irrumpió en ambas con actitud violenta y la emprendió contra los feligreses, un párroco y el sacristán de esta última -Diego Valencia-, quien se convertiría en la víctima mortal de la cadena de ataques. Algunos de los testigos afirmaban que el atacante iba armado con una katana.
En realidad se trataba de un machete, aunque sus grandes dimensiones provocaron la confusión con la hoja de origen japonés. Es un machete muy característico, negro y blanco, de 45 centímetros, con una calavera serigrafiada. Éste último elemento es similar al personaje del cómic Punisher, que se caracteriza por el uso indiscriminado de la violencia. A Yassin Kanza le bastó este arma para llevar a cabo sus ataques.
Según ha podido comprobar este diario, el mismo modelo de machete se vende actualmente por Internet, en diferentes páginas especializadas en armamento. Su precio ronda los 30 euros. Al entregar una dirección postal y un nombre, se recibe en casa a los pocos días.
¿Qué dice la ley?
A partir de la crisis de seguridad que supuso el uso de machetes por parte de las bandas latinas, el Ministerio del Interior se comprometió a extremar los requisitos para la venta de este material. El Real Decreto que regula el uso de armas prohíbe "el uso por particulares de cuchillos, machetes y demás armas blancas que formen parte de armamentos debidamente aprobados por autoridades u organismos competentes".
"Su venta requerirá la presentación y anotación del documento acreditativo del cargo o condición de las personas con derecho al uso de dichos armamentos", dicta la norma, que también prohíbe "la comercialización, publicidad, compraventa, tenencia y uso de las navajas no automáticas cuya hoja exceda de 11 centímetros, medidos desde el reborde o tope del mango hasta el extremo".
Pablo Pérez, portavoz del sindicato policial Jupol, lamenta que "la norma no impide que estas armas lleguen a individuos radicales o peligrosos": "Se venden en tiendas físicas o por Internet; lo mínimo que se puede plantear es que personas con antecedentes penales no puedan comprar los machetes, que pueden terminar en manos de personas como el atacante de Algeciras".
Por su parte, Carlos Morales, portavoz del Sindicato Unificado de Policía (SUP), recuerda la polémica que suscitó el uso de los machetes entre las bandas latinas, tras protagonizar varios sucesos de gravedad con estas armas blancas: "Es necesario endurecer aún más la venta de este material. Basta con un machete que se vende en cualquier tienda para perpetrar lo que podría ser un atentado -el caso está bajo investigación policial-. Pedimos que haya un mayor control y seguimiento de los machetes, empleados con frecuencia en actividades delictivas".
En este sentido, la Confederación Española de Policía (CEP) solicitó en plena polémica por las bandas latinas "que se lleve a cabo un control exhaustivo y real de su venta como ya ocurre con otro tipo de material susceptible de ser empleado en este tipo de ataques violentos".
El perfil del detenido
Los registros de la Policía en la vivienda del atacante de Algeciras han concluido con la intervención de numerosos medicamentos, que corresponderían con los problemas psiquiátricos de Yassin Kanza, así como de material radical salafista. Fuentes de la investigación inciden en que el individuo se radicalizó en dos meses. Aún se analizan memorias extraíbles y el contenido de su terminal telefónico.
El Real Instituto Elcano, en un informe titulado España en el mundo 2023: perspectivas y desafíos en seguridad, ya alertaba de perfiles similares al de Yassin Kanza, a los que definía como "actores solitarios", a menudo "afectados por problemas de salud mental, que intentan atentar por su propia cuenta, instigados únicamente por la propaganda emitida por EI y al-Qaeda, o en general por los contenidos online que difunden los fines y los medios propios del yihadismo global".
Individuos que, a la postre, son capaces de perpetrar ataques sin necesidad de una infraestructura desarrollada; ni siquiera con acceso a armamento de fuego. Un machete, como el empleado por el individuo de Algeciras, que se vende a través de Internet sin requerir ningún tipo de documentación.