Francia ha endurecido los controles contra los migrantes que se encuentran en la frontera de España. Desde que comenzó el verano hay mayor presencia policial gala en puntos como Irún (Guipúzcoa) y todo se debe a un incremento de los controles para detectar migrantes en tránsito, informa Elcorreo.
El diario explica que la Policía francesa no está escatimando en esfuerzos para localizar a los migrantes. Están vigilando el transporte público, incluso dan la orden de detención a los vehículos que tratan de cruzar y los registran. Si hay ciudadanos subsaharianos, bajarán con ellos tras el control. Los agentes de la Gendarmería mantienen el foco puesto en la estación de Hendaia tanto las unidades de la SNCF (Sociedad Nacional de Ferrocarriles Franceses) como de Euskotren.
Asimismo, los agentes están parando los autobuses de línea entre Bilbao, Donostia y Baiona en la misma frontera para hacer registros, ordenan detenerse a quienes tratan de entrar a pie y, por supuesto, hay numerosos controles de los vehículos de motor.
Un billete de vuelta
Otros medios, como el Diario Vasco, aseveran que las devoluciones se están produciendo en la misma frontera. Incluso, aseguran, desde Euskotren han enviado una circular a sus trabajadores para que colaboren con la Policía gala y otorguen un billete de vuelta a los migrantes cuando son interceptados a su llegada a Hendaia.
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