La alcaldesa de Madrid, Ana Botella, no cerrará el centro de Madrid a los coches a seis meses de las elecciones municipales. Esa es la conclusión que sacaron comerciantes y vecinos que asistieron a un encuentro el pasado jueves con el concejal de Movilidad del Ayuntamiento de Madrid, Diego Sanjuanbenito, y el concejal del distrito Centro, David Erguido.
Los asistentes esperaban que fuera la propia alcaldesa, Ana Botella, la que asistiera a la reunión, pero finalmente fue el responsable de Movilidad el que pilotó el encuentro.
El Ayuntamiento quiere que la operación se haga con el mayor consenso posible y no desean broncas en unos meses que resultarán fundamentales para los resultados electorales de mayo.
Los asistentes creen que el proyecto que presentó el responsable de Movilidad en la reunión ya no era tan ambicioso como el publicado en días anteriores y que provocó las primeras protestas de vecinos y empresarios. Diego Sanjuanbenito explicó que se pretendía recoger la opinión de los afectados directamente antes de tomar una decisión, y la oposición de los asistentes fue total. Además de vecinos había empresarios de comercio, hostelería, hoteles y ocio nocturno, que quieren que primero se solucionen los problemas que han ocasionado los primeros cierres en Letras y Sol antes de entrar a crear nuevas restricciones en otras áreas.
Contaminación
El representante municipal sí que advirtió que si la contaminación se dispara por normativa europea tendrán que cerrar calles “de forma puntual”, y habló de un proyecto que es cortar las vías que unen la calle Mayor con la calle Arenal y restringir más el tráfico en la zona hasta el Palacio Real y Gran Vía. “Nada que ver con lo que vimos hace unos días en la prensa”, explicó un asistente.
Los hoteleros se oponen a este tipo de cortes, ya que consideran que hundirían a muchos de los negocios que están en esa zona y que dejan el coche en los aparcamientos públicos de la zona.
Personas que mantienen relaciones con el Ayuntamiento sobre este tema indicaron que el proyecto que tienen ya no es el primero “que era una barbaridad”.
Otras fuentes añaden también que Esperanza Aguirre ya habría hecho saber al equipo municipal que el proyecto de cerrar al tráfico la ciudad, tal como está planteado, no debía ponerse en marcha antes de las elecciones.
Además de este encuentro oficial con el responsable de Movilidad, en los últimos días se habrían producido reuniones entre importantes representantes de la patronal CEIM y el Ayuntamiento. Los empresarios creen firmemente que ese proyecto no saldrá.
Postura oficial
La patronal Ceim explicó en un comunicado que “los empresarios de Madrid han trasladado su preocupación por las graves consecuencias económicas que podría tener este proyecto en las miles de pequeñas empresas que desarrollan su actividad en el centro de Madrid, ya que de aprobarse definitivamente podrían verse obligadas a echar el cierre”.
Pidieron que cualquier decisión que se tome en relación a este proyecto debe nacer de un consenso para evitar que se frenen las posibilidades de recuperación económica de todos los establecimientos instalados en estas zonas.
Ceim explicó que el Ayuntamiento de Madrid “se ha comprometido con los empresarios a iniciar un proceso de diálogo abierto a todos aquéllos que quieran participar para escuchar a todas las partes implicadas antes de tomar cualquier tipo de decisión”. La patronal madrileña cree que este tipo de medidas “deben ser estudiadas en cuanto a su impacto económico”. Afirman que deben tener en cuenta la opinión de los empresarios sobre el incremento del número de paradas de taxis, la ampliación del horario de carga y descarga, el aumento de la seguridad o garantizar las vías de acceso y salida de los vehículos privados, entre otras.