España, Reino Unido y Gibraltar, entre ambas, han retomado las negociaciones del tratado sobre la relación de este territorio inglés con Europa, crucial especialmente para sus vínculos con nuestro país y que Albares ha apremiado para cerrar en las últimas semanas. Paradójicamente, estos encuentros han vuelto a ponerse en marcha en medio de un simulacro por si las conversaciones fracasaran.
"Es prudente prepararse para la eventualidad de que no sea posible concluir dicho tratado", ha compartido con un comunicado el Servicio de Información del Gobierno de Gibraltar en España. En el texto advierten de que si bien ha comenzado la nueva etapa de encuentros entre los representantes de los territorios, la pasada semana se llevó a cabo una simulación teórica dirigida por el Coordinador de Contingencias Civiles, Ivor López, del hipotético escenario en el que las conversaciones no llegaran a buen puerto.
De hecho, en la propia presentación de las negociaciones el Viceministro Principal de Gibraltar, Joseph García, ha advertido de que el status quo no entra dentro de los dos posibles desenlaces de estas: o Gibraltar acaba con un tratado que rija la relación o bien en una situación de desenlace no negociado del tratado.
El simulacro es una iniciativa conjunta de todo tipo de departamentos, organismos y autoridades de los gobiernos implicados, así como de representantes del sector privado como la Cámara de Comercio, la Federación de Pequeñas Empresas de Gibraltar (GSFB), el Consejo del Centro Financiero y la Asociación de Juego y Apuestas de Gibraltar (Gibraltar Betting and Gambling Association, GBGA). El sector privado ha sido el más implicado en prepararse para un fallo en las negociaciones, con un trabajo "exhaustivo", según el Servicio de Información del territorio inglés en España.
España, Reino Unido y Gibraltar reanudan las negociaciones del acuerdo post-Brexit
Con la salida de Reino Unido de la Unión Europea, la situación de Gibraltar pendía de un hilo: el de las negociaciones entre sus vecinos españoles y la 'metrópoli' británica. En los últimos meses, el enclave al sur de España ha sido el escenario de una 'guerra de fronteras' por las demandas en materia de infraestructuras fronterizas de Albares al peñón, así como de los incesantes llamados del titular de Exteriores a lograr un acuerdo.
En la mesa, para tratar de cerrar la situación de los gibraltareños en Europa, se sientan por parte de este territorio el Ministro Principal, Fabián Picardo; el Viceministro Principal, Joseph García; y el Fiscal Genera, Michael Llamas. La principal representación española cae en manos del ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, y la británica en las de su homólogo en el cargo, David Cameron, cuyo retorno a la política inglesa ha acelerado las negociaciones.
A pesar de un contexto marcado por los simulacros en caso de fracaso, desde Gibraltar ven con buenos ojos el funcionamiento de estas conversaciones, auspiciadas por la "formación de Gobiernos de continuidad de los mismos colores políticos" en España y el pequeño territorio de Cádiz. Una situación que "ha facilitado la continuación de las conversaciones desde donde las dejaron". Por todo ello, el comunicado gibraltareño augura que el contacto renovado continúe en los próximos días y semanas.
También desde el enclave británico en España esperan unas negociaciones fructíferas. El Viceministro Principal de Gibraltar ha señalado que, al igual que Reino Unido, está "totalmente comprometido a llegar a un acuerdo con España y a un tratado con la Unión Europea".
El acuerdo
El acuerdo buscado por los tres gobiernos será el que rija las relaciones entre Gibraltar y la UE, con especial hincapié en sus vecinos más próximos: España. Entre las medidas que persigue el Gobierno español se encuentra la creación de una "Zona de prosperidad compartida", como ya explicó Vozpópuli. Esta misma engloba medidas como eliminar la Verja para garantizar un tránsito más fluido de personas, una de las grandes problemáticas de la frontera que se intensificó tras abandonar Reino Unido a los Veintisiete.
El apoyo de los gibraltareños a permanecer en la Unión, a diferencia de sus conciudadanos ingleses, es uno de los grandes movilizadores para lograr un acuerdo que garantice el flujo con España. Un 95% de los habitantes de Gibraltar votaron al 'remain' en 2016, y es que abandonar el espacio Schengen constituye un grave problema para la economía del territorio.
La propuesta española plantea que Madrid pase a controlar las fronteras exteriores del territorio inglés, algo ante lo que Gibraltar se revuelve pero ante lo que Londres está cada vez más dispuesto a ceder con tal de zanjar todo aquello que rodea al Brexit.
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