Ni la Comunidad de Madrid ni el País Vasco están conformes con el cambio en el reparto de las vacunas contra el coronavirus anunciado por el Ministerio de Sanidad. Después de que la farmacéutica Pfizer haya anunciado que reducirá temporalmente el número de dosis suministradas a Europa, el Gobierno de España ha optado por primar a las comunidades autónomas en función de su ritmo de vacunación actual, algo contra lo que se han rebelado ya algunos presidentes regionales.
Los primeros en cargar contra esta decisión del ministro Salvador Illa han sido los presidentes de Madrid y el País Vasco. Tanto Isabel Díaz Ayuso como Iñigo Urkullu han coincidido en sus críticas a este "injusto" criterio que desde ahora pretende aplicar Sanidad y que, según han opinado ambos este sábado, perjudica a ambas comunidades autónomas.
Para la presidenta de la Comunidad de Madrid, el cambio en el reparto de vacunas se trata de un "absoluto error" y "falta de respeto". Por su parte, el lehendakari Urkullu, ha señalado que la posibilidad de modificar el sistema de distribución de las vacunas contra la covid-19 en función de las ya puestas para garantizar así la segunda dosis a aquellas comunidades que "no han hecho previsión de viales" resultaría "injusta para con Euskadi".
Según Urkullu, esta nueva política acarrearía "una carrera alocada por vacunar a cualquier precio". Bajo el título 'Euskadi siempre ha sido una nación, un país solidario y lo seguirá siendo', el mensaje del lehendakari -publicado en su cuenta personal de Facebook y recogido por Europa Press- se produce después de que la farmacéutica Pfizer anunciase ayer que reducirá un 44% el número de dosis previstas para llegar a España la próxima semana.
Menos vacunas de Pfizer
"Si cambian las reglas del juego a mitad de partida y Pfizer te dice que no te va a dar más, que van a tener durante unos días dificultades, esto afecta gravemente a Madrid", ha enfatizado Ayuso: "No sé qué más tiene que pasar en la Comunidad de Madrid, desde el punto de vista sanitario, para que no se nos ayude y en lugar de quedarnos de brazos cruzados habrá que ir a Europa o a donde sea".
"Yo desde luego lo haría, si fuera presidenta de Gobierno, iría a cualquier rincón de la tierra para buscar todas las vacunas y haría todas las gestiones para traer cuantas más, como están haciendo otros países", ha asegurado la presidenta madrileña, omitiendo que la compra de vacunas ha sido gestionada íntegramente por la Comisión Europea y es esta institución la encargada de repartir entre los estados miembros las dosis adquiridas a diversas farmacéuticas. De hecho, Bruselas ha negado la posibilidad de hacer compras "paralelas" de vacunas.
La "competición" de las vacunas
El lehendakari del País Vasco ha recalcado que su región ha sido generosa "incluso en los momentos más duros" de la pandemia y a pesar de "la escasez de todo tipo de materiales y recursos". Por ello, ha lamentado que parezca que también Euskadi se tenga que ver afectada por interpretaciones relativas a la aplicación de las dosis y la formación de los profesionales, "como si fuera un concurso-carrera o competición".
"La decisión que podría ser adoptada por parte del Gobierno español, según lo anunciado en el día de ayer, de garantizar la segunda dosis a aquellas comunidades que no habrían hecho previsión de vacunas resultaría injusta para con Euskadi", ha defendido. A su juicio, esta posibilidad llevaría a tener que denunciar una "carrera alocada por vacunar a cualquier precio que se ha demostrado ineficaz y peligrosa".
Para Urkullu, el cambio de criterio en el reparto de vacunas puede derivar en una "carrera alocada por vacunar a cualquier precio que se ha demostrado ineficaz y peligrosa"
"Mientras sigan existiendo exclusivamente vacunas de dos dosis fabricadas por un único fabricante, es imprescindible que las comunidades autónomas garanticen el stock suficiente para completar la vacunación", sostiene el presidente vasco, al tiempo que considera necesario actuar "anticipando posibles roturas de suministro". De este modo, recuerda que estas empresas tienen que suministrar vacunas a cientos de millones de personas en todo el mundo que padecen la pandemia de covid-19.
La "lealtad" del País Vasco
En su artículo, Urkullu hace también un resumen de lo acontecido desde el comienzo de la pandemia y recuerda que el 7 de marzo de 2020 se solicitaba apoyar a otras Comunidades con material sanitario, mientras que una jornada después se decidía en el País Vasco cerrar los centros educativos de Vitoria y confinar el municipio de Labastida.
"El 11 de marzo decidíamos el cierre de los centros educativos en Euskadi, el mismo día en el que la OMS declaraba pandemia por el SARS-Cov-2, día en el que se nos solicitaba que esperáramos a que las medidas se decidieran en el Estado. El 13 de marzo se adoptaba en Euskadi la declaración de emergencia sanitaria y el 14 de marzo el Gobierno español declaraba el estado de alarma", describe.
En este sentido, advierte de que aun cuando no se ha resuelto jurídicamente si era "imprescindible el estado de alarma, la justificación jurídica, entonces y actualmente, se basaba en la competencia para las medidas que afecten a la movilidad.
Urkullu recalca que el País Vasco ha actuado "de manera absolutamente transparente y leal" desde el inicio de la pandemia en solidaridad con otras comunidades autónomas
Asimismo, recuerda que planteó en agosto el ejemplo del "toque de queda" que en otros países se estaba adoptando y solicitó la declaración de estado de alarma para el conjunto del Estado ante las decisiones judiciales habidas sobre limitación horaria.
"Todo ello de manera absolutamente transparente y leal, tal y como lo ha sido con todas las medidas que pudieran haber tenido incidencia en comunidades colindantes o próximas... con visión propositiva y de bien común en el Estado. Con actitud solidaria", concluye.
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