Un bar lleno de personas en el comienzo del Orgullo Gay de 2023. Ese fue el escenario de una presunta agresión sexual que acabó con el denunciado en los calabozos de la Policía Nacional. Las versiones de los dos protagonistas fueron diametralmente opuestas. La supuesta víctima dijo que fue forzada y violada mientras que el sujeto afirmó que la chica se había intentado colar en los baños y la agarró del brazo. Un año después la justicia ha decidido el sobreseimiento del caso, según un auto al que ha tenido acceso Vozpópuli.
Una denuncia por violación durante el Orgullo siempre es un caso complejo tanto para la justicia como para los agentes que tienen que practicar las diligencias. La masiva asistencia a estas fiestas suponen el aumento de los delitos ya que muchos no van a disfrutar del ambiente sino a practicar sus acciones criminales.
Sea como fuere, la multitud de cámaras instaladas en el barrio de Chueca en Madrid y los testigos ayudan a esclarecer actos como el que ha sido ahora fallado por el Juzgado de Instrucción número 1 de Madrid. El procedimiento estaba abierto por una denuncia de agresión sexual en la que había pocas pruebas contra el agresor.
Las diligencias fueron practicadas en base al atestado de la Policía Nacional. Dentro del mismo se encontraba la denuncia interpuesta por la joven contra otro hombre, que negó en todo momento haber cometido el delito.
Esta chica manifestó que los hechos ocurrieron el 29 de junio de 2023 en el establecimiento “Black & White”, sito en la calle Libertad 34 de Madrid. En la denuncia, aseguró que al ir al baño en dicho bar, un varón se le acercó y la agarró del antebrazo, intentando acceder junto a ella.
Ella se zafó de su agarre, y, al salir el mismo varón le sujetó fuertemente la muñeca, y de nuevo intentó acceder al aseo con ella, a lo que ella volvió a negarse. En su declaración judicial, se ratificó en estos hechos, si bien añadió que nadie podía haberlos visto porque hay un recoveco.
Las versiones opuestas de los implicados
El investigado negó los hechos, y señaló que el día de autos sí se hallaba en el mencionado bar “Black and White”, pero que no recordaba ningún incidente como el descrito en la denuncia. Sí afirmó que al encontrarse en la cola para entrar al baño, una chica se intentó colar, a lo que el investigado le manifestó que tenía que esperar su turno.
Posteriormente, este chico fue detenido por la Policía, ignorando si la chica con la que habló en la cola del baño, es la denunciante. Igualmente manifestó, que el bar “Black and White” se encuentra en la zona de Chueca de Madrid y que el 29 de junio era el primer día de la celebración del Orgullo Gay, por lo que el bar se encontraba muy concurrido.
A la vista de las diligencias practicadas, el Juzgado de Instrucción número 1 de Madrid procedió a acordar el sobreseimiento provisional. El magistrado fundamenta su decisión en que no resulta debidamente justificada la "perpetración del delito que haya dado motivo a la formación de la causa.”
Una violación sin testigos durante el Orgullo
"La denunciante y el denunciado han aportado versiones totalmente contradictorias de lo acontecido el 29 de junio de 2023. A pesar del emplazamiento del bar y la fecha en la que ocurrieron los hechos, no ha podido encontrarse a ningún testigo que respalde una u otra versión", defiende el juez.
Asimismo, considera que no existe "elemento periférico que permita obtener el esclarecimiento de los hechos, el principio in dubio pro reo obliga al sobreseimiento de la causa pues, como se indicaba anteriormente, la perpetración del delito no ha resultado debidamente justificada".
Por todo ello, el Juzgado de Instrucción número 1 de Madrid acordó el sobreseimiento Provisional y archivo de las diligencias. Una decisión que venía reclamando desde el inicio de la causa la defensa del joven denunciado durante el Orgullo, Beatriz Uriarte.
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