El pasado lunes saltaba la noticia en la Comunidad de Madrid. La Consejería de Cultura, Turismo y Deporte anunció, a través de un escueto comunicado, que había firmado un protocolo (no un acuerdo, al menos aún) con el Ateneo de Madrid.
Según rezaba la nota, para "la realización por parte de la Administración regional de proyectos de mejora de la Biblioteca de la institución cultural, con actuaciones arquitectónicas en sus instalaciones y de conservación y digitalización de sus fondos".
Aunque no debería sorprender a nadie que el Gobierno regional se haga cargo de un lugar que ha sido declarado Bien de Interés Cultural, hace un año, Ayuso decidió retirar la subvención de 100.000 euros que durante los últimos 25 años había estado recibiendo el Ateneo.
Un movimiento con gran carga política, pues su presidente, Luis Arroyo, sociólogo y experto en comunicación, es íntimo amigo de Pedro Sánchez, algo que en ningún momento ha tratado de ocultar o disimular. De hecho, fue jefe de gabinete de la exministra de Defensa Carme Chacón.
Su simpatía por el PSOE es tal que, por los salones de la Docta Casa, ha pasado desde el propio Sánchez para inaugurar 'Los Desayunos del Ateneo', a figuras emblemáticas del socialismo español como Alfonso Guerra, exvicepresidente con Felipe González, para presentar sus memorias, 'Rosas y Espinas'.
Esto ha generado tiranteces entre el Ateneo, cuya situación económica es delicada, y el Gobierno de Díaz Ayuso. De hecho, en conversaciones con la Comunidad de Madrid, eluden cualquier tipo de detalle o añadido, quieren delimitar su vuelta a la actividad con el Ateneo al día a día.
Según ha podido saber Vozpópuli, este tratado de paz se ha llevado a cabo gracias a la mediación de Ana Santos, exdirectora de la Biblioteca Nacional entre los años 2013 y 2024. Santos, quien ahora pertenece a la Junta de Gobierno del Ateneo, ha sido la encargada de agilizar el deshielo con Sol, uno que parecía imposible hace unos meses.
El Ateneo, contento con el acuerdo
Tras el sorprendente anuncio de la CAM, faltaba por conocer las reacciones al otro lado de la grieta. Luis Arroyo, en conversación con este periódico, se muestra "satisfecho" con el protocolo firmado, pues pone encima de la mesa "voluntad y decisión". Eso sí, hace hincapié varias veces en que "estarán vigilantes hasta que se concrete".
Este protocolo tiene que materializarse en un acuerdo tácito, que suponga la entrada de dinero de nuevo en el Ateneo. En estos momentos, Arroyo y su equipo se encuentran "presupuestando las tareas", lo que les llevará a presentar "un proyecto en las próximas dos semanas".
Un presidente que no termina de tenerlas todas consigo, y que considera que la retirada de la subvención por parte de Ayuso "fue un error" que se "tomaron con entereza". Además, preguntado por qué la biblioteca y no otro asunto ha llevado a ambas instituciones a retomar el contacto, Arroyo señala que "la biblioteca es una estructura sobre la que la Comunidad de Madrid tiene obligaciones específicas al ser un bien de interés cultural".
Un protocolo que, de concretarse en los presupuestos de la Consejería, supondría el deshielo entre Ayuso y Arroyo, a quien el mandatario del Ateneo tienda la mano para que vuelva a pisar la Docta Casa lo antes posible, pues "invitadísima". Celebra que la Comunidad de Madrid, además, "sepa que el Ateneo está por encima de quien la preside y su ideología".
Al final, la supervivencia del Ateneo, tras 204 años de historia, depende, en gran medida, del dinero público que llegue a sus arcas, como en infinidad de instituciones de la región y, por ende, de España. Ahora, en pleno boom político de Ayuso, el Ateneo también ha hecho suyo el tirón de la líder madrileña.
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