En enero de 2023, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, anunció la apertura de la Oficina de Impulso a los Centros de Procesamiento de Datos. Una administración dependiente de la autonomía con la que el Ejecutivo regional aspiraba a captar este tipo de instalaciones en todo Madrid, trayendo con ellos una suculenta inversión a las arcas públicas.
La idealización absoluta de este proyecto pasaba convertir a la CAM en una zona pionera en centros de datos de la Unión Europea. ¿Cómo? Haciendo de bisagra entre las empresas extranjeras que deseen afincarse en Madrid y los trámites burocráticos necesarios, tratando de agilizar al máximo este proceso de aterrizaje.
La CAM busca hacer de intermediario entre las grandes multinacionales y las administraciones para ayudarles a realizar los trámites necesarios, así como en la búsqueda de nuevos emplazamientos o de proveedores y personal. En dicha presentación, se cifró la posible captación de beneficios en 6.000 millones de euros.
Aunque Madrid anhela tener una potencia eléctrica de entre 600 y 1000 MW, como algunas capitales europeas, por lo que la lucha con el Gobierno central y el Ministerio de Transición Ecológica y el Reto Demográfico de España para conseguirla es más que notoria.
Ayuso apuesta por los centros de datos
Sin embargo, lo que la Comunidad sí podía tramitar dentro de sus competencias es el suelo donde construir y traer dichos centros de datos. Un proyecto en el que Ayuso y su gabinete tienen muchas esperanzas depositadas. De hecho, el miércoles confirmó en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno, celebrado de forma excepcional en Torrejón de Ardoz, que Microsoft iba a abrir la primera región cloud de centros de datos en España.
Una que contará con muchas instalaciones repartidas por la Comunidad de Madrid, lo cual se traducirá en una inversión de unos 2.000 millones de euros entre 2024 y 2025. Una noticia excelente de cara a posicionarse como una región abierta a traer centros de datos, una de las mayores necesidades de las grandes empresas tecnológicas.
Para ello, y para animar a otras compañías a seguir el camino de Microsoft, el Gobierno de la Comunidad de Madrid se está planteando modificar la actual ley del suelo autonómica, abriendo suelos urbanizables no sectorizados. Esto en idioma que todo el mundo entienda significa que son parcelas para las que aún no hay programado ningún uso urbanístico a corto plazo.
Se hará para facilitar la llegada de infraestructuras de titularidad privada relacionadas con el transporte de energía, la distribución o las comunicaciones. Es decir, para centros de datos. También se incluiría suelo no urbanizable que tenga algún tipo de protección.
El borrador de esta ley, al cual tuvo acceso el Periódico de España, también incluye otros menesteres como modificaciones en el talado de árboles urbanos o una actualización de la Ley de Protección de los Animales de Compañía, por ejemplo.
Este empujón para allanar la llegada de centros de datos no es nueva, pues ya hemos explicado que es uno de los grandes objetivos en materia de inversión para esta legislatura en el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso.
Un proyecto que, aunque la Oficina de Impulso a los Centros de Procesamiento de Datos sitúo en esos 6.000 millones de euros, se ve más refrendado con el estudio que Spain DC, patronal de centros de datos, publicó en el cuatro trimestre del año pasado. En él se desprendía que el impacto para Madrid, de apostar de forma decidida por este tipo de instalaciones, podría suponer, entre inversiones directas e indirectas, unos 16.320 millones de euros.
Por tanto, se entiende el interés de la CAM, que persigue de forma incansable en transformar a Madrid en la ciudad número de Europa en muchas áreas de inversión, entre las que se encuentran los centros de datos. El nuevo dorado del universo tecnológico.
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