Los asesinatos de Jaime y William, ambos de 15 años, en Madrid guardan paralelismos. Estos dos crímenes reabrieron el debate sobre la violencia de las bandas latinas en la capital. Los dos jóvenes, vinculados al entorno de los Trinitarios, fueron asesinados en el marco de la guerra que mantienen estos grupos, que cada vez más usan a los menores para sus hechos delictivos.
La presión policial contra estas bandas es cada vez mayor. En los últimos tres meses, la Jefatura Superior de Policía Nacional en Madrid ha detenido a 42 pandilleros en diferentes intervenciones. "Se resuelven todos los casos", explicó la delegada del Gobierno en Madrid, Mercedes González.
Vidas paralelas
Tanto Jaime como William fueron recordados como dos adolescentes "educados", "deportistas" y que nunca habían causado problemas. Las redes sociales de sus amigos se volcaron en vídeos de recuerdo y homenajes a estos dos quinceañeros. Las investigaciones policiales mostraron una imagen distinta de ambos.
El asesinato de Jaime Guerrero se cometió el pasado 5 de febrero en la calle Atocha ante decenas de testigos que vieron la reyerta multitudinaria que protagonizaron dos bandas latinas en pleno centro de la capital. Los familiares de este joven reiteraron por activa y pasiva que no tenía nada que ver con estos grupos.
Las cámaras de seguridad captaron como, momentos antes de ser apuñalado, Jaime portaba un machete de grandes dimensiones. Cayó desplomado al suelo al lado de esta arma, que alguien ocultó en una papelera cercana. A pesar de ello, fue localizada por la Policía Nacional.
Meses antes, la Policía salvó la vida de Jaime
Se da la circunstancia de que esta reyerta de Atocha no fue el primer aviso que recibió este adolescente. Meses antes la Policía Nacional le salvó la vida. Un grupo de pandilleros fue a buscarle a su casa y los agentes le sacaron 'in extremis' de un portal donde pensaban agredirle, según recuerdan fuentes policiales a Vozpópuli.
El principal sospechoso del homicidio de Jaime era Alejandro Pérez Camino, alias 'El Pérez', miembro de los Dominican Don't Play (DDP). Este chico, de 18 años, no podrá ser juzgado por este crimen, ya que fue asesinado meses después por un menor, amigo de Jaime, miembro de los Trinitarios. El presunto autor de las puñaladas tenía 14 años. El motivo estaba claro: fue ejecutado por venganza.
El 40% de los pandilleros son menores
La muerte de Jaime en Atocha fue un terremoto dentro de la denominada 'noche de caídas' de las bandas latinas. La Delegación del Gobierno en Madrid estableció un operativo antibandas. De momento, este dispositivo ha conseguido detener a 1.400 pandilleros, identificar a casi 110.000 e intervenir 646 armas.
Toda esta presión policial no pudo hacer nada para salvar la vida de William. Se investiga si este adolescente participó en una reyerta en Usera entre Trinitarios y DDP. El asesino de este menor tenía claro quien era su objetivo y no le tembló el pulso a la hora de disparar contra él y su amigo. Probablemente, el autor de los tiros sea un menor y miembro de los Dominican Don't Play.
El homicidio de William muestra como las bandas usan a los menores, cada vez más jóvenes, a los que atrapan a través de redes sociales. En la actualidad, el 40% de los pandilleros tienen menos de 18 años. Sus edades están comprendidas entre los 12 y los 23 años. El 90% son de nacionalidad española. Es la radiografía de esta problemática que afecta a diferentes ámbitos de la sociedad.
650 pandilleros en Madrid
En la Comunidad de Madrid hay 400 integrantes de bandas en la demarcación de Policía Nacional y no más de 250 en la de Guardia Civil. Antes, la edad máxima de estos pandilleros se prolongaba a los 32 años. Ya es algo prácticamente imposible.
Con más de 25 años, los miembros de bandas latinas se abren a dos posibilidades: que salgan de la calle o que sigan en organizaciones criminales para ganarse la vida. En los últimos días, una nueva decisión judicial ha cercado las actividades de estos grupos.
Adrián G. S., alias ‘Plátano’ y miembro de los Trinitarios, fue condenado a la pena de prisión permanente revisable como autor de un delito de asesinato de un menor de edad en 2016. Es la primera vez que Audiencia Provincial de Madrid ordena esta medida en un homicidio de bandas latinas.
Orden judicial para disolver los Trinitarios
El magistrado que presidió el juicio ya dio un golpe sobre la mesa en las primeras fechas del caso cuando envió a prisión a nueve de estos jóvenes. El riesgo de que se fugaran para evitar la acción de la justicia fue clave en esta orden. Fue el primer caso de bandas en el que la Fiscalía solicitó prisión permanente revisable para el asesino.
La sentencia también decreta, como en anteriores procedimientos, la disolución de una de estas bandas latinas, según remarcan fuentes judiciales. Un detalle que, aunque no es nuevo, es importante y fundamental en la lucha contra estos grupos porque sienta jurisprudencia.
Así fue el ocaso de grupos como los Latin King y Los Ñetas. La acción judicial unida a las intervenciones policiales consiguieron menguar a estas bandas latinas hasta su casi desaparición. Una vía que tendrá que ser usada de nuevo en la nueva guerra abierta entre los Trinitarios y los Dominican Don't Play. Llevan cinco víctimas mortales en Madrid.
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