De la Cañada Real a Torrelodones. Así era la ruta delictiva de tres jóvenes de nacionalidad rumana que robaban a los ancianos que sacaban su dinero de los cajeros automáticos. Estos delincuentes usaban una treta para engañar a sus víctimas y obtener 900 euros de cada una de ellas. La Guardia Civil ha conseguido detener a este tío de ladrones y la cifra de hurtos podría rondar el centenar con el avance de las pesquisas.
La investigación y arresto de estos individuos ha sido posible gracias a los agentes de la Guardia Civil de Colmenar Viejo. Los funcionarios detuvieron a dos mujeres y un hombre de nacionalidad rumana que tenían su domicilio en la Cañada Real. Se les atribuye 21 hurtos a ancianos aunque dos de ellos son en grado de tentativa, según informan fuentes de la investigación a Vozpópuli.
Así, los agentes recibieron la primera denuncian en octubre de 2022. Un anciano de 84 años de
edad puso de manifiesto que le habían sacado 900 euros de su cuenta bancaria. El relato de la víctima fue fundamental para conocer el 'modus operandi' de este grupo.
El anciano, pasadas las diez de la mañana, cuando se disponía a extraer dinero de una sucursal bancaria, y tras haber introducido su número pin, se le aproximó una joven que tras distraerlo logró retirar el dinero. El estudio pormenorizado que han realizado los agentes de todos los casos, les ha permitido conocer a la perfección el método de actuación del grupo.
Buscaban ancianos
Los autores materiales son jóvenes, que ocultan sus rostros con mascarillas, en el caso de las mujeres llevaban el pelo recogido y tapan sus facciones con gorras. Las mismas se sitúan en las inmediaciones del cajero y estudian y seleccionan a sus víctimas, generalmente hombres y mujeres de avanzada edad.
Cuando la persona elegida se dispone en el cajero, esperan a que hayan introducido el código PIN y se acercan a ellos alegando que el cajero se ha quedado con su tarjeta. Tapan el dispensador de billetes con algún folleto de propaganda y aprovechan el momento de confusión para teclear la cifra, coger el dinero y marcharse del lugar. Siempre elegían los 900 euros.
Los agentes han comprobado además que en las inmediaciones se encontraba un vehículo, que era el que utilizaban para huir de la localidad. Los detenidos tienen fijada su residencia en la Cañada Real de Madrid, desde la que se trasladaban para perpetrar los hurtos. Hasta el momento se les atribuyen 21 hechos delictivos, cometidos en las localidades de Colmenar Viejo y Torrelodones. Si bien tras contactar con las entidades bancarias, pudieran haber cometido cerca del centenar de hechos utilizando esta tipología.
Los consejos de la Guardia Civil
La Guardia Civil ha lanzado consejos para evitar estos hurtos a los ancianos. En primer lugar, revisar el entorno antes de usar un cajero automático, antes de introducir el número de identificación personal (PIN), proteja el panel numérico para evitar que lo vean.
También solicitan a los ancianos que no acepten ayuda de persona extrañas. Asimismo, concluyen que las víctimas no permita que otra personal se aproxime o manipule el teclado mientras hace la transacción y si puede cancele la operación.
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