"Desechos, cabreados y desconcertados". Así es el estado de ánimo de la familia de Miriam Vallejo, alias Mimi, la joven de 25 años que fue asesinada al recibir 89 puñaladas en enero de 2019 en la localidad madrileña de Meco. Dos veces han archivado el caso. Su abogado ha anunciado a Vozpópuli que recurrirá el sobreseimiento provisional de la causa antes del lunes que es la fecha límite que tienen para presentarlo.
El pasado 30 de enero el Juzgado de Instrucción número 5 de Alcalá de Henares dictó en un auto el sobreseimiento provisional de las diligencias contra Sergio S.M., su compañero de piso y novio de su amiga, y Alberto M.L., un preso que confesó el asesinato de la joven pero luego rectificó. La falta de pruebas contundentes ha sido clave para la magistrada tomará esta decisión.
Un atajo a la escena del crimen
El abogado de la familia Vicente Sánchez Rodríguez ha anunciado a Vozpópuli que presentará un nuevo recurso ante la Audiencia Provincial de Madrid contra este auto de sobreseimiento. Consideran que los indicios recogidos son más que suficientes para que los dos investigados tengan que responder sobre el delito de asesinato de Mimi.
La juez en su auto considera que Sergio no tuvo tiempo material para cometer el asesinato ya que tenía que recorrer el trayecto en un tiempo de 12 minutos. El abogado de la familia detalla que existe un atajo en el que pudo estar en el punto del crimen en seis minutos.
Vicente Sánchez también pone el foco en Alberto, el reo que confesó el crimen, ya que, aunque no hay pruebas de ADN, solo fue interrogado en una ocasión por parte de la Guardia Civil en la cárcel. Este individuo, que era drogodependiente, dijo ser el autor del asesinato cuando estaba controlado de su dependencia. Se da la circunstancia de que Alberto y Sergio eran vecinos en Azuqueca de Henares.
"El arma está escondida en una madriguera"
La familia de Mimi: "están desechos, cabreados y desconcertados". Entienden que hay "motivos clarísimos" para que se pueda juzgar a estos dos investigados. También descartan que el crimen haya sido perpetrado por antiguas relaciones sentimentales de la joven o por personas desconocidas, por la brutalidad del ataque.
Otro de los detalles que destaca el abogado son las conversaciones de WhatsApp entre Celia, la novia de Sergio, y su cuñado. "El arma está escondida en una madriguera", llegó a enviar esta chica a Miguel Ángel. Ante la magistrada, la amiga de Mimi dijo que este mensaje lo puso porque una vidente conocida se lo había transmitido. Un detalle que no se encuentra ni en el auto de sobreseimiento de la causa.
Un arma y un sospechoso
El crimen de Miriam Vallejo fue uno de los casos más mediáticos que sigue más de cuatro años después sin encontrar respuesta. A pesar de todo el tiempo transcurrido aún sigue en redes sociales el perfil de la joven de 25 años amante de los "deportes, bailar, escuchar música, estar con su familia y sus amigos". Colaboraba como voluntaria en el cuerpo de Protección Civil de Villalbilla.
El crimen sucedió durante la noche del 16 de enero de 2019. Por esa época, Mimi vivía en una casa junto a su amiga Celia y el novio de ésta, que luego sería considerado principal sospechoso, Sergio. La joven salió a pasear con los perros y fue localizada con 89 puñaladas en un descampado de Meco. Las heridas fueron producidas por un tipo de arma blanca y solo un interviniente. En el cráneo de Mimi se encontró la punta de un cuchillo. A día de hoy no ha sido localizado el arma.
Después de meses de investigaciones de los agentes de la Guardia Civil fue detenido por el homicidio el novio de su amiga. Cuatro meses pasó en prisión provisional pero finalmente abandonó el recinto penitenciario. La coartada que el detenido esgrimió en un principio era que cuando ocurrieron los hechos estaba jugando con una videoconsola y aunque se constató que efectivamente estaba en línea, unidades especiales de la Guardia Civil comprobaron después que, a pesar de ello, no la estaba manejando.
Un toxicómano confesó el crimen
El caso tuvo un nuevo giro de guion en diciembre del 2021 cuando la juez recibió la información de que un preso drogodependiente, Alberto Berzosa, confesó el crimen. Su declaración se produjo un año antes de que lo conociera la magistrada en una de las terapias en la cárcel.
Ante estas informaciones, el juzgado reclamó que se investigara a este hombre. Se desveló que en la fecha del asesinato, Alberto estaba en libertad, la localización de su teléfono coincidía con la misma posición que los dispositivos de Miriam y Sergio. Este toxicómano vivía en Azuqueca de Henares, municipio que comparte antena con Meco.
A pesar de todos estos indicios las pruebas de ADN practicadas al preso no concordaban con las muestras recogidas en las ropas de Miriam. Con todo ello, la magistrada del Juzgado número 5 de Alcalá de Henares decretó el pasado 27 de abril un auto de sobreseimiento. La juez considera que "no existen motivos suficientes para atribuir" el asesinato a una "persona determinada, ni continuar" con las dos personas investigadas.
Este sobreseimiento no implica el archivo definitivo de la causa ya que podrán continuar con las diligencias tanto la Guardia Civil como las otras partes personadas que son la acusación y la Fiscalía. A pesar de ello, la familia de Mimi sigue reclamando justicia y pretende elevar el caso hasta donde pueda.
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