Cruz Roja deja de atender a los 300 inmigrantes que se encuentran en las salas de asilo del aeropuerto de Barajas. Las recetas médicas de estas personas llevan pendientes desde hace días mientras que los policías son los encargados de limpiar las estancias ante la negativa de los trabajadores de acceder a su interior. El Ministerio del Interior asegura que respeta esta decisión que no comparte porque la mejor forma de resolver las incidencias es la "colaboración institucional", según informan fuentes del Gobierno a Vozpópuli.
Desde hace días, los agentes de la Policía Nacional se han quedado solos en la atención de estos inmigrantes. Los trabajadores de Cruz Roja se negaban de forma reiterada a entrar en las diferentes estancias donde se agolpaban las recetas médicas que necesitan estas personas. Aducen problemas de insalubridad en la zona.
La Jefatura Superior de Policía Nacional ha tenido que enviar a las salas a sus propios empleados. Ahora, una vez más, los funcionarios se quedan como únicos responsables de atender las necesidades de estos grupos. La situación ha mejorado respecto a la semana pasada, porque se han agilizado los trámites de asilo, pero siguen pendientes de resolución más de 300 personas.
Sobre la decisión de Cruz Roja, el Ministerio del Interior ha afirmado que respeta su postura en las "responsabilidades que tiene atribuidas, pero no la compartimos". "Desde el primer momento hemos defendido la colaboración institucional como la mejor forma de resolver las incidencias, que se afrontan con más garantías desde todos los planos y con el esfuerzo y la cooperación de todos los actores implicados", aseguran estas fuentes sobre la situación de Barajas.
Más policías a Barajas
Por otra parte, Interior ha reforzado el número de efectivos de Policía Nacional y de funcionarios de la Oficina de Asilo y Refugio. Además, ante el incremento puntual de solicitudes, se ha reforzado la limpieza de las instalaciones y, en las últimas semanas, se han habilitado dos nuevos despachos para la realización de entrevistas, que se suman a las tres ya existentes, y se ha abierto una tercera sala para atender a los solicitantes.
Asimismo, afirman que se están "buscando nuevas fórmulas de coordinación para agilizar los trámites de solicitud de protección internacional, con pleno respeto a los derechos de los peticionarios. "Se está colaborando con el Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación para establecer visados de tránsito, si fuera necesario, como ya se ha hecho con Kenia desde el pasado sábado", afirman.
La respuesta de los sindicatos policiales
La respuesta de los sindicatos policiales no se ha hecho esperar. El Sindicato Unificado de Policías (SUP) afirman en declaraciones a Vozpópuli que las cifras siguen siendo "escandalosas" y la actitud de Cruz Roja es "bochornosa y deleznable".
El SUP afirma que Interior debe aprobar los visados de tránsito en Marruecos, Senegal y Malí para aligerar la situación de caso en Barajas. Además, critica que AENA sigue sin prestar las estructuras, que son "insuficientes", para atender a estas personas.
Desde JUPOL se sigue solicitando el visado de tránsito, la implicación de otros ministerios además del de Interior. "Y mientras se resuelva este problema se dediquen más medios humanos, ya que los policías están trabajando en una grave inferioridad numérica que compromete su propia seguridad, así como manifiestan estar muy preocupantes por las condiciones de salubridad con los compañeros", defienden fuentes del sindicato sobre la situación en Barajas.
Desde la Confederación Española de Policías (CEP) se critica que la huida de Cruz Roja es "irresponsable y profundamente desleal con el resto de instituciones que gestionan la situación jurídica y social de los peticionarios de protección internacional". "Este abandono llega además, en el peor momento, cuando esas dependencias siguen encontrándose saturadas", afirman.
Para este sindicato la medida de Cruz Roja "exige una inmediata reconsideración si lo que realmente les importa es la asistencia social a estos ciudadano". El CEP denuncia que los solicitantes de asilo de Barajas llegan mayoritariamente en vuelos desde Casablanca en tránsito hacia países sudamericano. Una excusa ya que el verdadero objetivo es llegar a España.
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