Madrid

Detenidas unas falsas doctoras del bótox en Madrid: aumento de labios por 5.000 euros y de glúteos por 2.200

La Policía Nacional ha detenido a dos mujeres que realizaban tratamientos estéticos ilegales sin ningún tipo de control sanitario en el centro de Madrid

La Policía Nacional detuvo in fraganti a las falsas profesionales del bótox en Madrid cuando estaban inyectando una sustancia en la nariz a una mujer. Tenían la clínica clandestina con una larga fila de clientes esperando para recibir sus tratamientos. Ninguna sabía que anteriormente, en una de sus intervenciones, una víctima sufrió lesiones graves en el rostro. No tenían certificación para practicar este tipo de operaciones que ofertaban en redes sociales por unos precios que oscilaban entre los 5.000 y los 2.200 euros.

La investigación sobre esta clínica clandestina ha sido desarrollada por los agentes de la Comisaría de Policía Nacional de Centro. Las dos arrestadas realizaban tratamientos estéticos ilegales sin ningún tipo de control sanitario. En los dos registros efectuados fueron incautados multitud de productos químicos y utensilios para las intervenciones estéticas, así como dinero en efectivo.  

La investigación se inició cuando una víctima relató a los policías que contactó con una supuesta doctora a través de una conocida red social para realizarse un tratamiento estético. Tras concretar una cita en un local alquilado para tratamientos de fisioterapia recibió varias inyecciones y no le facilitaron factura ni indicación de las sustancias administradas a pesar de solicitarlo.

Debido a esta intervención, sufrió lesiones graves por las que tuvo que ser ingresada en un centro hospitalario. Tras recibir el alta médica, contactó con la autora de los hechos la cual cortó todo contacto cuando le solicitó sus datos como profesional sanitario.  

El precio del bótox

Los agentes continuaron con las diligencias y constataron que las falsas profesionales del bótox se anunciaban en una conocida red social ofreciendo tratamientos estéticos como un aumento de labios por 5.000 euros o un aumento de glúteos por 2.200 euros entre otros. Además pudieron comprobar que utilizaban dos locales para realizar los tratamientos.  

Posteriormente ambas mujeres fueron localizadas y detenidas de manera in fraganti a finales del pasado mes de enero cuando se disponían a inyectar una sustancia en la nariz a una mujer sirviéndose de una habitación que habían alquilado por un día en una clínica de fisioterapia del centro de la capital. La intervención fue paralizada por los agentes y tras ser requeridas para que aportaran su acreditación para el ejercicio de su actividad, no disponían de ella. Además, otras nueve mujeres esperaban a ser atendidas por la supuesta doctora y su asistente.  

De forma paralela, los investigadores realizaron la entrada y registro del establecimiento y del domicilio de las dos falsas doctoras del bótox donde se incautaron numerosas jeringuillas, viales, cánulas, agujas, botes de cristal, medicamentos, bisturís y gran cantidad de material sanitario así como más de 10.000 euros en efectivo. Las dos mujeres fueron detenidas como presuntas autoras de los delitos de intrusismo, lesiones y contra la salud pública siendo puestas a disposición de la autoridad judicial. A día de hoy la investigación continúa abierta por lo que no se descarta la aparición de más víctimas.

Los consejos de los expertos

Estas prácticas ilegales se han reproducido en los últimos meses. Los expertos, como la doctora Elena Berezo, de clínicas EB, explican a Vozpópuli que los clientes que buscan tratamientos deben acudir en primer lugar a clínicas que cuenten con "licencia sanitaria para tal fin". "Eso debe incluir un depósito de medicamentos que está directamente anexado a una farmacia que es la que dispensa la toxina botulínica", asegura.

La toxina botulínica es un medicamento que debe mantener una cadena de frío para su correcta conservación. Si no se cumple esta medida el fármaco pierde sus propiedades y pueden surgir efectos secundarios no deseados. Al llegar al gabinete médico, los responsables, explica Elena Berezo, deben abrir el vial de toxina botulínica o del producto que se vaya utilizar en el tratamiento frente al paciente. "Esto debe ser exigido por el paciente, en cada uno de los tratamientos médicos estéticos", añade.

Para finalizar, tras el tratamiento de bótox los usuarios deben recibir una cartilla personal con toda la información del producto que se ha inyectado.Esto incluye: marca comercial, laboratorio de fabricación, número de lote, fecha de expedición y fecha de caducidad.

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