Una misteriosa discoteca está quitando el sueño a los vecinos de la madrileña calle de Bravo Murillo en el distrito de Tetuán. El local lleva en obras más de un año pero los residentes de la zona ya han expresado su malestar por la instalación de este negocio de ocio nocturno. En un radio de 800 metros hay varios de estos establecimientos en los que se han vivido diferentes reyertas en las que ha tenido que actuar la Policía Nacional. "Las comunidades de alrededor están en contra por lo que atrae de delincuencia", explica uno de estos perjudicados a Vozpópuli.
La próxima apertura de esta discoteca se producirá en el número 211bis de la calle Bravo Murillo. Las obras para adecuar el local comenzaron en septiembre de 2022. "Aún no está acabado, trabajan por las noches y a puerta cerrada", denuncian los vecinos a este medio. Según su versión, los responsables presentaron en la Agencia de Actividades un proyecto con "muchas irregularidades ya que el local era una sucursal bancaria".
El proyecto de la discoteca
La Comunidad de Vecinos no permite abrir puerta de emergencia en la fachada ni poner los aparatos de aire acondicionado en la azotea. Los responsables han presentado alegaciones al citado proyecto sin contestación por parte de la Agencia de Actividades ni del Ayuntamiento. Para proseguir con los trámites, la Dirección General de Sostenibilidad y Control Ambiental han realizado una inspección para una medición de prueba de funcionamiento cuando la futura discoteca aún está en obras.
Es tal la preocupación de los residentes que acudieron a la Junta de Distrito para conocer más datos sobre este establecimiento. El pasado mes de abril preguntaron en el pleno de Tetuán a la concejal-presidente Blanca Pinedo sobre el tema de la discoteca. La responsable municipal admitió que tiene conocimiento de que está abierto un expediente para la tramitación de este negocio que se ubicaría en la zona baja y el sótano del local.
Uno de los problemas con los que cuentan los responsables de la discoteca es que necesitan la reforma de parte de la fachada y necesitan la autorización de la comunidad de vecinos, algo que no disponen. "Somos conscientes de que las obras han sido inspeccionadas por el Ayuntamiento de Madrid", afirmó la concejal-presidente a las preguntas de los vecinos que asistieron al pleno en busca de respuestas antes este problema que les está surgiendo.
La fachada de la comunidad
La denegación de la autorización para tocar la fachada podría haber sido un impedimento para seguir con los trámites de la discoteca. Ya han avisado desde la Agencia de Actividad que sin este proceso no se podrá conceder la licencias definitiva de apertura. A pesar de ello, las obras continúan de forma nocturna para la desesperación de los vecinos de Bravo Murillo. De forma paralela, los vecinos han conseguido la adhesión de 12 comunidades de alrededor y más de 900 firmas contra este tipo de locales que consideran que atrae la "delincuencia". El horario de esta sala sería de cinco de la tarde a cinco y media de la mañana.
Se da la circunstancia de que a 800 metros de este local se encuentra otro que ya ha sido cerrado después de 270 denuncias por ruidos, peleas, altercados de orden público y un incendio. No es el único caso. A 300 metros hay dos discotecas que están en la actualidad cerradas por 6 meses.
Uno de los lugares más polémicos es la 'Discoteca Sueños' donde se han producido varios tiroteos. Este lugar fue cerrado tras varias reuniones con la Delegación del Gobierno y con la Junta de Tetuán. La presión vecinal fue clave para conseguir esta suspensión.
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