Un casco y un chaleco identificativo de prensa. Esa son las recomendaciones que ha lanzado la Delegación del Gobierno en Madrid a los periodistas que cubren las manifestaciones en la calle Ferraz. Estas protestas están siendo utilizadas por los ultras y se han saldado en la última semana con más de 40 detenidos por la Policía Nacional acusados de disturbios públicos.
El recuento realizado por la Delegación del Gobierno en Madrid refleja que los incidentes en la calle Ferraz han generado 44 detenidos. Ante la previsión de que las protestas sigan en los próximos días, por la investidura de Pedro Sánchez, el departamento que dirige Francisco Martín Aguirre ha solicitado a los periodistas que para acceder a la zona será necesario presentar una identificación de prensa válida.
Los cascos no son obligatorios
"Además por motivos de seguridad os trasladamos la recomendación de acudir portando casco y chaleco identificativo de prensa, aunque estos dos elementos no son obligatorios", explican en un mensaje difundido a los medios. Y es que la previsión es que estas protestas aumenten estos días por la aproximación de la sesión de investidura de Sánchez.
Unai Sordo, secretario general de CCOO, ha llamado, en rueda de prensa este lunes, a las empresas periodísticas a proteger a sus trabajadores, especialmente a las mujeres, ante las "turbas totalitarias" en las protestas
Los ultras están intentando explotar desde dentro las protestas de la calle Ferraz. Ya son varios los días en los que se han vivido disturbios y los agentes han detectado una dinámica en sus acciones. La Brigada Provincial de Información de la Policía Nacional, que son los agentes que trabajan para identificar a estos individuos y sus papeles dentro de las organizaciones.
Las bengalas en Ferraz
Los investigadores han detectado que el uso de bengalas marca el inicio del fin de la concentración pacífica porque supone un llamamiento a los radicales para que tomen posiciones, según informaron fuentes policiales a Vozpópuli.
La Policía Nacional ha detectado que las protestas frente a la sede del PSOE en la calle Ferraz cuentan con una media diaria de un centenar de radicales. Estos grupos acuden solo con el objetivo de proferir insultos y de buscar la violencia.
En los primeros minutos de la convocatoria se encuentran lejos de la cabecera en esquinas donde tienen sus puntos. Tienen dos perfiles distintos: jóvenes de extrema derecha, en el caso de Ferraz, que buscan violencia u hombres más maduros que llevan toda su vida en estas batallas.
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