La Asociación de Jefes de Policía Municipal de Madrid considera que el cese del intendente de la Unidad de Gestión de la Diversidad, Ángel Rabadán, es “un nuevo caso de la persecución” del Gobierno de Manuela Carmena a la Policía Municipal. Añaden que el concejal de Seguridad, Javier Barbero, hace una gestión “sectaria” y “politizada”.
Rabadán intentó hacer una consulta a la Fiscalía para saber si el mensaje de la concejala Romy Arce, en el que acusaba a los agentes de Madrid de racismo tras la muerte de un senegalés, era motivo de denuncia.
El interés de hacer la consulta llegó a odios de los responsables políticos que cesaron al agente sin haber tramitado la pregunta. Esta es una práctica habitual cuando se tiene alguna duda sobre si un asunto es o no denunciable.
Curiosamente, el nombramiento de Angel Rabadán, que trabajaba hasta entonces en Fuenlabrada, fue una apuesta de los máximos responsables de la Policía de Carmena.
Un portavoz de la asociación señaló que la jefatura política “ha intentado que el agente firme la renuncia voluntaria al mando de la Unidad para tapar el sesgo torticero y sectario de la decisión”.
“Resulta curioso –añaden- que le hayan negado el derecho a consulta a los responsables de la Unidad de Gestión de la Diversidad, principal novedad operativa del Plan Director de Policía Municipal del concejal Javier Barbero y el director general, Andrés Serrano”.
El pecado del Intendente fue intentar comunicar a la Fiscalía el contenido de lo manifestado por la señora Arce, a través de las redes sociales, con la finalidad de determinar si se había cometido delito de odio o no”
Los jefes de la Policía de Carmena afirman que “el pecado del Intendente fue intentar comunicar a la Fiscalía el contenido de lo manifestado por la señora Arce, a través de las redes sociales, con la finalidad de determinar si se había cometido delito de odio o no”.
Añaden que “hay que significar que un juez ya ha admitido a trámite una querella por estos motivos contra la concejala Romy Arce”.
Presuntas presiones ideológicas
La Asociación de Jefes señala que esta es una nueva muestra de resistencia de los mandos de Policía a presiones ideológicas, “pues además han intentado que firme la renuncia voluntaria al Mando de la Unidad de la Gestión de la Diversidad”.
“Pretenden –añaden- tapar el sesgo torticero y sectario de la decisión y mientras el intendente se encuentra pendiente de un nuevo destino”.
Los compañeros del cesado recuerdan que en esta unidad “está haciendo un gran trabajo, como muestran los múltiples reconocimientos que están recibiendo de parte de distintas asociaciones, entidades, organismos oficiales y grupos de interés en el ámbito de la lucha contra la discriminación”. Hoy mismo recibirá un premio de una asociación por su defensa de los colectivos LGTB.
La Asociación de Jefes de Policía Municipal de Madrid reivindica “que las funciones y competencias profesionales de los policías tienen que estar libres de condicionamientos ideológicos y de limitaciones políticas, porque en eso se basa nuestro código deontológico, como garantía de actuaciones ajustadas a derecho y sometidas a la Ley”.
El incidente entre el Gobierno municipal y los jefes se produce a poco más de un mes de la Fiesta de San Juan, patrón del cuerpo “en la que podríamos preparar algún tipo de protesta”, señalaron.
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