Madrid

El nuevo semáforo que llega a Madrid con cuatro luces y una de ellas blanca: ¿Qué significado tiene?

Nuevos semáforos de cuatro luces llegan a Plaza de Castilla, una señalización dirigida a un grupo de vehículos en particular

La tecnología avanza a pasos agigantados, y sus efectos llegan a la circulación y la seguridad vial. Madrileños y conductores miran con extrañeza un nuevo tipo de semáforos instalados en plena Plaza de Castilla: tienen cuatro luces, una de ellas blanca. La novedad nunca había sido vista en España, y lo cierto es que no es el primer país que lo implementa. Esta señalización ya comienza a utilizarse en Estados Unidos, y va dirigido a un tipo de vehículo en particular, de reciente creación y que aumenta su presencia en las carreteras con el paso de los años.

En España, a pesar de haberse instalado estos semáforos de cuatro luces, la nueva luz blanca aún no se ha puesto en funcionamiento. La circulación sigue su curso normal: los colores rojo, ámbar y verde se mantienen como la norma general para saber si se puede avanzar, se debe tener precaución o es necesario parar el vehículo, pero, ¿qué significa esta nueva luz blanca y a quienes irá dirigida?

La nueva luz blanca de los semáforos

Este nuevo color, ya presente en otros países, no hace más que responder a la aparición de un nuevo vehículo que, con el paso del tiempo, gana fuerza en las carreteras. Aunque su presencia aún es muy limitada, y se continúan haciendo pruebas y ensayos, lo cierto es que ya es posible ver algunos de ellos: se trata de los coches autónomos, aquellos que no necesitan a nadie al volante para poder circular y aparcar con normalidad.

La idea de la implementación de esta nueva luz blanca es que estos coches puedan coordinarse con facilidad y sin riesgo de fallos en las carreteras, pero solo funcionará en ciertas circunstancias y situaciones. Así, la seguridad vial se prepara para un futuro en el que encontrar este tipo de transporte sea algo frecuente, y haya un número elevado de coches autónomos en las ciudades. La luz blanca se encendería cuando se detectasen muchos de estos vehículos, de manera que estos se coordinen entre sí y no haya fallos posibles.

Esta nueva forma de transporte provoca opiniones de todos los tipos: desde los mayores fanáticos que no ven más que ventajas y comienzan a entender la conducción como algo automático, hasta los más reticentes, que se muestran temerosos ante la idea de poner sus vidas en una máquina que puede cometer un fallo en cualquier momento. De igual forma, hasta el momento numerosas empresas continúan trabajando en distintos modelos y perfeccionando sus mecanismos.

Coches autónomos

Estados Unidos ya implementa en su transporte público habitual esta nueva tecnología, y cada vez es más frecuente poder ver vehículos sin conductos. Ejemplo de ello es el ya famoso robotaxi, un servicio de taxi en el que el usuario entra en un coche vacío y llega a su destino sin ningún tipo de problema ni necesidad de interactuar con nadie. Además, su funcionamiento es exitoso: Google ha confirmado que en California ya se han hecho 100.000 viajes pagados.

El crecimiento de este tipo de servicio es claro. Actualmente, la empresa Waymo trabaja para que sus vehículos puedan acceder al aeropuerto de San Francisco, algo que incrementaría considerablemente el número de viajes y usuarios. Entre las ventajas de este tipo de vehículos -no solo de los robotaxi, sino de los coches automáticos en general- se encuentra el respeto al medio ambiente. Al ser eléctricos en su mayoría, cumplen con los objetivos bajas emisiones que tanto se han extendido por los distintos países del globo, entre los que se encuentra España, y que pone en jaque a conductores y transportistas con vehículos antiguos que se ven obligados a cambiar y desechar.

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