El Juzgado de Instrucción número 4 de Colmenar Viejo sigue ampliando las diligencias sobre el presunto maltrato que ejercía un médico del Hospital Gregorio Marañón a sus hijos. Uno de los menores ha vuelto a declarar, con un testimonio desgarrador, donde amplía los detalles de las agresiones que supuestamente sufría por parte de su padre. "Tengo el cuerpo lleno de cicatrices", llegó a manifestar en la exploración. Además, confiesa que siempre que tenía una herida era tratado en el propio centro sanitario donde trabaja actualmente su progenitor.
El testimonio del menor de Colmenar se produjo el pasado 17 de julio, según informan fuentes jurídicas a Vozpópuli. El niño acababa de pasar las vacaciones en un campamento y tenía ganas de "contarlo para liberarse", según las palabras que transmitió a las autoridades judiciales. De esa forma se abrió y proporcionó una declaración que conmocionó a los presentes.
"Solo de verle, tengo miedo"
Comenzó relatando que la relación con su madre era normal y que le regañaba por cosas que estaban mal pero hablaban de los problemas y siempre llegaban a soluciones. "Siempre hemos estado bien", dijo el menor. Una situación radicalmente distinta a la que vivía con su padre Domingo, médico del Hospital Gregorio Marañón.
"Me obligaba a hacer cosas que yo pensaba que no podía o cosas no adecuadas para hacer. Si pudiera expresar lo que siento pero solo de verle me da miedo. Lo que me ha hecho no me parece normal", afirmó. "No tengo la culpa de que se ponga a pegarme", añadió.
El niño detalló un episodio en el chalet de Colmenar Viejo en el que su padre le culpó de hacer agujeros en la nevera. En un primer momento, negó haber sido él y el médico presuntamente le pegó con un vaso y le rompió un diente. Se produjo uno o dos meses antes de la detención de este hombre y su mujer por parte de la Guardia Civil.
Una agresión a la madre con un cuchillo
Después de esta agresión la familia se puso a llorar y el padre culpabilizó a la madre: "Tú manejas la educación de tu hijo". A pesar de tener una pieza dental rota, no le llevaron al dentista. También fue golpeado con un rodillo, al igual que a dos de sus hermanos, por tener una solicitud en el ordenador de un "juego de guerra". Ya en la cena, el médico de Colmenar por momentos estaba "furioso y rabioso" y llegó a proferir: "Nadie sale vivo de aquí".
El menor aseguró que sufría estos episodios desde que tenía tres años cuando le arrancaba el pelo. No le ponían puntos ni tampoco era atendido en el hospital. "Mi madre decía que tenían poco dinero", declaró y explicó que esta mujer reservaba la comida para que el padre viese que tenían alimentos.
Según el niño, el padre llegó a maltratar a la madre en su presencia pegándola con un cuchillo de cortar carnes que le provocó diversos cortes. Con este utensilio también sufrió arañazos y fue trasladado en este caso sí al hospital. Siempre le llevaban al Hospital Gregorio Marañón, donde trabajaba el padre, salvó una vez que "nos cosieron" en La Paz.
Se marcharon del chalet de Colmenar
"Estoy lleno de cicatrices", dijo a los presentes. El niño recuerda que vivió un momento de maltrato en el que presuntamente el padre pegó a la madre y acabó con un ojo hinchado. Tras este suceso, se marcharon a Salamanca con unos familiares donde estuvieron refugiados con unos familiares. "Mi madre le dio una oportunidad pero no cambió. Ya sabíamos que no iba a cambiar", asegura.
El niño reconoció que faltaba muchas veces al colegio, a veces hasta una semana, por las heridas, al igual que todos sus hermanos. El menor denunció que pasaba hasta cuatro días atado en el sótano por los castigos de su progenitor en Colmenar Viejo.
También dijo que le tuvieron que intervenir en el oído izquierdo porque su hermana le tiró un juguete de plástico duro y se le infectó. Después de todas estas circunstancias, estaba "harto" y le contó todas sus vivencias en el colegio.
En algunos de estos momentos su vida peligró: "mi padre me cogía del cuello y me quedaba desmayado. Ha pasado muchas veces. Nos lo hacía a todos", avisó.
Los ocho menores aún siguen bajo tutela de la Comunidad de Madrid pero todos ellos han expresado sus ganas de volver a residir con la madre. La defensa de esta mujer, ejercida por Beatriz Uriarte, ya reclamó el reencuentro de la familia. No obstante, el juzgado decidió hace dos meses retirar la orden de alejamiento que decretó por el delito de violencia de género.
Domingo, médico del Gregorio Marañón, y su mujer Mercedes perdieron la tutela de los ocho hijos con los que convivían. Fueron detenidos por los investigadores de la Guardia Civil. Tres de ellos declararon haber recibido malos tratos por parte de su padre y exculparon a la madre. Rodillos de cocina o sacacorchos eran algunos de los utensilios con los que recibían los castigos, según manifestaron en su exploración a la que ha tenido acceso Vozpópuli.
Se investigan también una posible agresión sexual
El Juzgado de Instrucción número 4 de Colmenar Viejo sigue al frente de las diligencias del procedimiento. De los ocho menores, solo tres denunciaron el presunto maltrato. En las primeras exploraciones estos niños confesaron haber sufrido agresiones físicas y verbales. Sin embargo, en las segundas declaraciones ante el juez, una de las hijas dijo haber sufrido un episodio de agresión sexual.
La menor afirmó que entre febrero y marzo de este año su padre le había obligado a ver películas porno y a representarlas. También aseguró que le había explorado sus partes íntimas para asegurarse de que no había mantenido relaciones. Por el momento no se han recabado pruebas sobre este suceso en Colmenar.
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