Madrid

Procesan a un motorista que no pudo repetir la prueba de alcoholemia con un neumotórax y siete costillas rotas

Un juzgado ha abierto diligencias contra un motorista que no puedo repetir la prueba de alcoholemia tras sufrir una lesión en el costado

Un accidente de moto en un asfalto sin mantenimiento unido a un positivo por alcohol. Todos estos ingredientes han acabado con un conductor procesado al no poder soplar ante las autoridades al sufrir un neumotórax a consecuencia de la caída. Esta lesión no ha sido un impedimento para que una juez le procesara por un delito de negativa a realizar pruebas de alcoholemia. Los forenses han emitido un informe en el que advierten que el cuadro médico del paciente era suficiente motivo para no estar capacitado a repetir el análisis, según una providencia a la que ha tenido acceso Vozpópuli.

El caso, que se remonta al 24 de noviembre de 2023, está en manos de la magistrada Nuria A. Barabino Ballesteros en el Juzgado de Instrucción número 3 de Torrejón de Ardoz. Esta juez envió el pasado 5 de marzo una providencia a la Fiscalía para informar del escrito de la Médico Forense adscrita a esa sede judicial del 28 de febrero.

Dolor a la hora de soplar

En ese informe, del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses, los especialistas determinan que el motorista que se negó a repetir la prueba de alcoholemia tenían un hidroneumotórax en el contexto del politraumatismo que precisó de drenaje pleural. Este conductor también padeció "siete fracturas costales y de clavícula, así como contusión pulmonar a nivel de lóbulo inferior izquierdo".

La conclusión de los forenses fue clara: "Esta patología, especialmente aquella que afecta a los pulmones, supone una dificultad para inspirar y expirar profundamente, tal y como se requiere en la prueba de alcoholemia, pudiendo suponer el dolor de un impedimento a la realización de la prueba".

Después de conocer este documento la abogada del motorista, Beatriz Uriarte, solicitó el sobreseimiento libre y subsidiariamente sobreseimiento provisional de las presentes actuaciones. Ahora es el tiempo en el que la Fiscalía tendrá que decidir qué posición tomar.

Este accidente se produjo el 23 de noviembre de 2023 en la Avenida Hoyos de Paracuellos del Jarama a las 23:30 horas. El motorista era un hombre de 40 años que iba montado en una Aprilia cuando cayó al suelo sin la mediación de otro vehículo.

Hasta el lugar se personaron los servicios sanitarios y la Policía Local de Paracuellos. En un atestado, al que ha tenido acceso Vozpópuli, los agentes reflejaron que este hombre mostraba signos evidentes de conducir bajo los efectos del alcohol.

Cuando llegaron los efectivos encontraron una motocicleta en la calzada con daños y a su conductor a escasos metros de ella sentado en la acera, completamente consciente y refiriendo un fuerte dolor en la parte superior del brazo derecho. Los agentes redactaron que este motorista desprendía un fuerte olor a alcohol pero alegó que perdió el control de su vehículo al encontrar una rama en la vía.

El primer test al motorista: 0,47 mg/l de alcohol

En la primera prueba de alcoholemia arrojó una tasa de 0,47 mg/l de alcohol en aire expirado. Los problemas llegaron en el segundo intento. "Interrumpe constantemente dicha prueba siendo imposible para los agentes realizar, informándole que en este caso se va a proceder a instruir un atestado por negativa a realizar la prueba de alcohol en aire expirado, ya que ha sido imposible completar dicha prueba", afirmaron.

Una ambulancia municipal procedió a trasladar a este motorista al Hospital Infanta Sofía de San Sebastián de los Reyes (Madrid) para su valoración. Los policías calificaron a este hombre de agresivo, amenazador, exaltado, insultante y nada colaborador con los actuantes.

Ya en el centro sanitario, donde estuvo ingresado una temporada, descubrieron los médicos las costillas rotas y la clavícula dañada con la que contaba y que habían impedido que repitiera la prueba. A pesar de ello, la juez de Torrejón de Ardoz decidió en un primer momento seguir con el procedimiento porque los hechos podrían suponer un presunto delito contra la seguridad vial por parte del motorista.

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