Alfredo Rodríguez, el dueño del mítico restaurante 'El Brillante' que popularizó el bocadillo de calamares en Madrid, ha muerto este lunes en la capital a los 67 años.
La Academia Madrileña de Gastronomía ha confirmado su fallecimiento en un mensaje en redes sociales y ha lamentado la muerte de "una de las personas que más han contribuido a la fama de uno de los bocados más populares en Madrid".
Nacido en noviembre de 1953, Rodríguez comenzó a trabajar en 1967 en el negocio fundado por su padre hasta convertirlo en un emblemático local de la capital muy popular por su bocadillo de calamares, que convirtió en marca Madrid.
Un negocio con casi 70 años en activo que se encuentra en la Plaza del Emperador Carlos V, junto al Museo Reina Sofía y la estación de Atocha, y que se ha convertido en visita obligada en la capital.
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