Madrid

El pequeño Nicolás defiende su inocencia y niega haber amenazado al cocinero de un restaurante con un cuchillo

El Ministerio Público pide para él un año y medio de prisión por un presunto delito leve de lesiones y diez meses para su acompañante por resistencia a la autoridad

Francisco Nicolás Gómez Iglesias, más conocido como Pequeño Nicolás, se ha vuelto a sentar este miércoles en el banquillo de los acusados por una pelea en un restaurante madrileño. El Ministerio Público pide para él un año y medio de prisión por un presunto delito leve de lesiones, después amenazar con un cuchillo al cocinero del establecimiento situado en la calle Orense de Madrid.

Según el escrito de acusación de la Fiscalía Provincial de Madrid, se detalla que la trifulca por la que Francisco Nicolás acabó detenido se produjo la noche del 19 de noviembre de 2019, pasadas ya las diez de la noche. El Ministerio Fiscal mantiene que el acusado se enfadó con el personal del establecimiento tras negarle al mismo que sacara un vaso de vidrio a la calle. En ese momento, "tomó un cuchillo de una de las mesas y se adentró en la cocina" donde se encara con el cocinero del restaurante.

El primero en declarar durante la vista oral de este miércoles ha sido el propio Francisco Nicolás quien ha negado frente a la juez haber amenazado con un cuchillo al empleado del local. Según ha defendido en Sala, todo empezó después de que "le robaran" su teléfono. En ese momento, reclamó el robo a los empleados del restaurante que, según afirma el acusado, se dirigieron de manera brusca hacía él.

Tras sentirse amenazado por uno de los responsables del establecimiento, agarró un cuchillo de la mesa, pero "como si fuera una cuchara". Sin embargo, el pequeño Nicolás mantiene que fue un acto reflejo y que en ningún momento apuntó al cocinero. "Fue él mismo quien se cortó al intentar quitárselo de la mano", ha señalado su abogado.

Declaración del cocinero y los trabajadores del restaurante

Por contra, varios empleados del restaurante Tepizzare han contado una versión diferente. Tanto el cocinero que recibió los cortes, como el compañero que junto a este echaron al pequeño Nicolás y a su acompañante del local -tras un intenso forcejeo- han acreditado que el acusado hizo un "gesto" amenazante. Este gesto, alertado anteriormente por la encargada del restaurante, propició que el cocinero se intentase proteger agarrando el cuchillo con la mano.

En el turno de conclusiones, las defensas han reiterado su disconformidad con que durante la instrucción no se aportasen como prueba las grabaciones de las cámaras de seguridad del local. Según el letrado de Francisco Nicolás, el contenido de estas imágenes le exculparían de cualquier delito, ya que fue él "quien recibió la paliza", por ello, ha pedido la absolución para su defendido.

El otro acusado R. D. C., para el que la Fiscalía pide 10 meses de prisión por un delito de resistencia a la autoridad y una multa de dos meses por lesiones leves. El amigo del pequeño Nicolás y con el que estuvo el día de los hechos en el restaurante, ha defendido su inocencia y ha reiterado que en todo momento colaboró con la Policía. Su letrado ha pedido la absolución de su cliente al considerar que tras haber colaborado con las autoridades, la detención no estuvo justificada.

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