La Policía Nacional ha resuelto el asesinato de la habitación cerrada en Vallecas. El crimen de Fredy P. E., colombiano de 51 años, ha sido uno de los que más quebraderos de cabeza ha generado al Grupo V de Homicidios. Su cadáver fue hallado en su casa, que estaba con el pestillo puesto, y tenía las manos atadas con una brida y la boca tapada con cinta adhesiva. Nueve personas han sido detenidos por este delito, entre ellos dos familiares de la víctima, que buscaban robar su caja fuerte.
El cadáver de este agente inmobiliario se descubrió el 28 de noviembre de 2021. La madre de Fredy llamó al 091 porque desde hace varios días no tenía señales de su hijo. Solicitó a un cerrajero para que pudiera abrir la casa en número 15 de Sierra Toledana en el distrito de Puente de Vallecas. Cuando abrieron la puertas se encontraron al hombre muerto maniatado con una brida y amordazado con cinta americana. Su rostro estaba morado por la asfixia.
La puerta de la casa estaba cerrada con llave y la cadena tirada por dentro. Los sanitarios creyeron en un primer momento que podría haber sido un suicidio pero la autopsia en el Instituto de Medicina Legal detectó daños internos por lo que había recibido una paliza. Uno de estos golpes provocó un infarto que acabó con su vida y murió por asfixia mecánica.
Con esta información, los agentes de la Policía Científica y del Grupo VI de Homicidios volvieron a la casa para continuar con las investigaciones. No había restos de sangre pero todo apuntaba a un ajuste de cuentas. Los vecinos manifestaron que oyeron gritos de auxilio un día antes del hallazgo del cadáver.
Una de las claves del caso fueron un par de guantes que se encontraron en la escena del crimen. Habían sido adquiridos de forma reciente y su propietario, con las prisas, dejó hasta la etiqueta con el precio. Los investigadores solicitaron colaboración ciudadana para dar con el establecimiento que vendió los guantes. Además, comprobaron que solamente una de las estancias de la casa se encontraba revuelta y con signos de fuerza, el dormitorio y vestidor de la víctima, averiguando que dicho desorden tenía como objetivo el robo de la caja fuerte allí oculta.
Miles de respuestas en 24 horas y una pista clave para resolver el asesinato. Avanzadas las pesquisas y una vez identificado el varón fallecido, los agentes pudieron determinar que los autores asaltaron el domicilio a sabiendas de que la víctima se encontraba en el interior a fin de conseguir el código de apertura de la caja fuerte. Portaban material para su inmovilización, lo que demuestra una clara planificación y perfecto reparto de tareas entre los implicados. Los mismos se vieron finalmente obligados a emplear cuchillos de cocina para desanclar la caja fuerte ante la negativa de la víctima a facilitar la combinación, desencadenando en el fatal desenlace.
La etiqueta llevó a un bazar en Parla
Las indagaciones permitieron concretar el momento exacto en el que se produjo el ataque, siendo el día anterior al hallazgo del cuerpo. De forma paralela, los policías trabajaron en torno a la etiqueta intervenida, iniciando una dificultosa labor de localización del comercio. Se inspeccionaron multitud de establecimientos de la zona e incluso se extendió la búsqueda a otros distritos y localidades de Madrid, siendo estas gestiones infructuosas.
Dada la urgencia y gravedad de la situación, se realizó un llamamiento a la colaboración ciudadana a través del perfil de Twitter @policia, creando una gran repercusión que provocó la recepción de miles de mensajes. Tras el análisis de todas las informaciones, los agentes lograron ubicar la tienda donde se adquirieron los productos en la localidad de Parla.
Dos eran familiares directos de Fredy
Después de casi un año de arduas investigaciones, se consiguió determinar la implicación de nueve personas en la muerte violenta, entre los que se encontraban dos familiares directos de la víctima. Finalmente, tras su plena identificación, se desarrolló un operativo que transcurrió en tres fases, el 2 de junio, 14 de junio y 7 de julio, saldándose con la detención de estas nueve personas -siete varones y dos mujeres-. Seis de ellos como presuntos partícipes de un delito de homicidio, robo con violencia, detención ilegal y pertenencia a grupo criminal, mientras que los otros tres arrestados como presuntos responsables de los delitos de robo con fuerza y pertenencia a grupo criminal.
Asimismo, se efectuaron dos registros simultáneos en la localidad de Azuqueca de Henares (Guadalajara), donde fueron intervenidos dispositivos electrónicos, diversa sustancia estupefaciente y un arma de aire comprimido, además de producirse las detenciones de los principales investigados. Tras pasar a disposición de la autoridad judicial, se decretó el ingreso en prisión provisional de todos ellos.
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