Madrid

La Policía acaba con los jefes de la droga de la Cañada Real: cae el clan de los 'Saavedra'

La Policía Nacional ha detenido al clan de los 'Saavedra' que controlaba el mayor punto de venta de droga en la Cañada Real de Madrid, donde suministraban más de 500 dosis diarias

La Policía Nacional ha desarticulado el clan de los 'Saavedra', los nuevos jefes de la droga de la Cañada Real. Esta familia había tomado el poder que antaño ostentaron los 'Kiko' o los 'Gordos'. Su punto de venta de sustancias estupefacientes suministraba más de 500 dosis diarias y tenían hasta un aparcamiento habilitado para que los clientes pudieran acceder con facilidad. los agentes han detenido a 24 personas en nuevo registros en Madrid, Alcalá de Henares y Morata de Tajuña.

Este golpe policial a la venta de drogas en la Cañada Real supone un nuevo mazazo para los clanes que controlan las sustancias estupefacientes, según informan fuentes policiales a Vozpópuli. Una operación que solo es comparable a cuando cayeron hace años la familia de los 'Gordos' o los 'Kikos'.

La investigación se inició en el año 2021 cuando los agentes constataron que los 'Saavedra' se habían adueñado del control de las drogas en la Cañada Real. Los investigadores descubrieron que este punto de venta y consumo más activo del poblado. Contaba además con una ubicación estratégica lo que les permitía un gran trasiego de personas las 24 horas al día durante los 365 días del año. 

Un laberinto de puertas blindadas

Durante las vigilancias en la Cañada Real, los policías comprobaron que dicho punto tenía unas fuertes medidas de seguridad contando con un laberinto de puertas blindadas que había que franquear hasta llegar al búnker donde guardaban el dinero y la droga. Además tenían rejas, puertas falsas y tapiadas así como vigilancia durante el día y la noche para eludir y dificultar la acción policial. También descubrieron que existían estufas encendidas permanentemente para eliminar pruebas -dinero y sustancias estupefacientes- en caso de una actuación policial en el lugar. 

El clan de los 'Saavedra' tenía una estructura piramidal con una clara distribución de tareas. En el exterior de la parcela se encontraban los aguadores encargados de alertar la presencia policial y acomodar a los clientes que acudían con sus vehículos al aparcamiento. En la puerta de la finca había otras personas para decidir si permitían la entrada o no de los consumidores o compradores. Otros integrantes proporcionaban seguridad en el interior del inmueble que daba acceso a la sala donde se suministraba la droga, siendo éste el lugar más protegido y además aislado y sin contacto con el exterior. 

Un supermercado de la droga en la Cañada Real

En el interior habían habilitado un aparcamiento donde permitían no solo dejar los vehículos sino facilitar el consumo en los mismos. El gran trasiego de compradores y consumidores era tal que los agentes pudieron constatar que el punto de venta suministraba más de 500 dosis diarias. 

El pasado 23 de marzo se llevó a cabo un operativo policial formado por más de 200 agentes de distintas unidades de la Policía Nacional realizando nueve entradas y registros de manera simultánea en distintos puntos de la Comunidad de Madrid. Durante los mismos se pudo comprobar como el punto de venta de la Cañada Real funcionaba como un auténtico hipermercado de la droga con carteles anunciando los distintos productos que ofertaban a sus clientes.

Un incendio para destruir pruebas

Durante el registro del punto de venta los arrestados incendiaron la estancia para hacer desaparecer dinero y sustancia estupefaciente que pudieran vincularle con la actividad delictiva que estaban desarrollando. El resultado de la operación culminó con la intervención de más de siete kilos de cocaína, casi dos kilos de heroína y otros dos kilos de otras sustancias, útiles para la preparación y venta de la droga, multitud de joyas, más de 125.000 euros en efectivo, 11 vehículos contando varios de ellos con habitáculos preparados donde escondían parte de las diez armas de fuego incautadas así como casi 700 cartuchos.

La investigación puso de manifiesto el alto nivel de vida de los investigados que contaban con un enorme patrimonio de propiedades inmobiliarias y vehículos que no concordaba con sus trabajos o ingresos. De este modo se logró la detención de 24 personas – diez mujeres y 14 hombres – los cuales ocupaban diferentes peldaños en la estructura criminal.

Todos ellos pasaron a disposición de la autoridad judicial como presuntos responsables de los delitos de pertenencia a organización criminal, tenencia ilícita de armas,depósito de armas y municiones y un delito contra la salud pública. El magistrado encargado del caso decretó el ingreso en prisión de 11 de ellos. 

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