La milagrosa intervención de cuatro agentes de la Policía Nacional y Local de Alcalá de Henares ha permitido salvar una vida. Una mujer se intentó suicidar en su domicilio y los policía la encontraron bajo un gran charco de sangre. La rápida colocación de un torniquete fue clave para estabilizar a la víctima y conseguir tiempo hasta que llegaron los equipos sanitarios, según informan fuentes policiales a Vozpópuli.
El dramático suceso ocurrió el pasado 4 de septiembre en torno a las siete de la tarde en el barrio de El Lanchi en el municipio madrileño de Alcalá de Henares. El hijo de la víctima fue el que avisó al 112 porque encontró a su madre en la cocina de la casa con bajo nivel de conciencia.
Los indicativos policiales Tango 31 de Policía Local y Zeta 461 del GAC de Policía Nacional de Alcalá de Henares llegaron rápidamente al domicilio para asistir a las mujer que tenía una edad aproximada de unos 50 años. Al entrar en la cocina vieron que la estancia estaba llena de sangre por el suelo y las paredes y a la víctima en el suelo rodeada de un gran charco de sangre.
Así, rápidamente uno de los agentes de Policía Nacional aplicó a la mujer un torniquete en su brazo izquierdo. Se da la circunstancia de que este policía había comprado de su propio bolsillo este utensilio y también había recibido conocimientos para usarlo. De forma paralela el resto de componentes emplearon un vendaje compresivo en las muñecas, donde mostraba heridas, ya que sangraba abundantemente.
Esta intervención permitió cortar la hemorragia hasta la llegada de los sanitarios. La mujer recuperó el nivel de conciencia y fue tranquilizada por los agentes de Alcalá. Después, la víctima fue trasladada en una UVI al Hospital Universitario Príncipe de Asturias. Allí se recupera de las heridas producidas.
Un torniquete salvó la vida de Alcalá
Se da la circunstancia de que hace una semana otro agente de la Policía local de Bilbao cortó la hemorragia a un joven apuñalado en la femoral con su botiquín personal la última noche de fiestas. El torniquete es una herramienta que muchos agentes consideran fundamental en estas intervenciones vitales y que tienen que pagar de su propio bolsillo.
Este intento de suicidio se produce a pocos días de que se conmemore, el próximo 10 de septiembre, el Día Internacional para la Prevención del Suicidio. Durante el año 2022, el Teléfono de la Esperanza registró un total de 18.899 peticiones de ayuda relacionadas con problemática suicida, lo que significa un aumento frente a las 16.225 llamadas recibidas en el año 2021.
Un aumento de los suicidios
En este sentido, de las 183.372 peticiones de ayuda totales recibidas en 2022, 6.588 personas presentaban ideación suicida, 1.479 personas estaban atravesando una crisis suicida, es decir, contemplando un plan más o menos elaborado sobre cómo quitarse la vida y 331 personas contactaron cuando el acto suicidio ya se había iniciado, con un suicidio en curso. Los datos reflejan que 4.097 personas se suicidaron en el año 2022, lo que supone un aumento del 2,3 por ciento respecto al año anterior.
Asimismo, el Ministerio de Sanidad promueve la Línea 024 de atención a la conducta suicida. Se trata de una línea telefónica de ayuda a las personas con pensamientos, ideaciones o riesgo de conducta suicida, y a sus familiares y allegados, básicamente a través de la contención emocional por medio de la escucha activa por los profesionales del 024.
La recomendación de que contacten con los servicios sanitarios del SNS o la derivación al 112 en los casos en los que se aprecie una situación de emergencia. En caso de emergencia vital inminente puede llamar directamente al teléfono de emergencias 112 o al 091.
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