Madrid

Prisión provisional para el octogenario que asesinó a su mujer en Moratalaz (Madrid)

El magistrado titular del Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 10 de Madrid ha acordado esta jueves por la tarde la prisión provisional comunicada y sin fianza del hombre

El magistrado titular del Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 10 de Madrid ha acordado esta jueves por la tarde la prisión provisional comunicada y sin fianza del hombre de 84 años de edad detenido por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en el distrito madrileño de Moratalaz la noche del martes tras haber matado a su mujer con golpes de martillo en la cabeza.

El varón, que durante su declaración ante el juez ha reconocido los hechos, está investigado por la comisión de un delito de asesinato. Tras su comparecencia judicial ha sido conducido al recinto penitenciario de Soto del Real.

La agresión se produjo pasados unos minutos de las 20.00 horas del día 15, cuando el 112 recibió el aviso vecinal de que una mujer, Consuelo M.L, estaba pidiendo auxilio desde la ventana de su domicilio al grito de "Me va a matar, me va a matar", trasladándose inmediatamente una patrulla de la Policía Nacional hasta el lugar, ubicado en la calle Montpellier, número 1.

A su llegada, los sanitarios atendieron y estabilizaron a la mujer, que presentaba un traumatismo craneoencefálico severo. Fue intubada y trasladada en estado grave al Hospital 12 de Octubre, indicó a Europa Press una portavoz de Emergencias Madrid. Allí murió debido a su edad y a la gravedad de las heridas.

Según los vecinos, esto no era así, que el apresado era un hombre muy celoso y se inventaba supuestas infidelidades.

Por su parte, la Policía Nacional detuvo al supuesto homicida, Eduardo, quien abrió la puerta de la casa a los agentes y reconoció lo ocurrido, llegando a asegurar que lo hizo por "celos" porque sospechaba que su esposa "se veía y hablaba con otros hombres del barrio". Y hasta llegó a añadir que "se merecía mucho más de lo que le había hecho".

Violencia machista

Según los vecinos, esto no era así, que el apresado era un hombre muy celoso y se inventaba supuestas infidelidades. También aseguran que habían escuchado discusiones previas de la pareja, por lo que su relación no estaría pasando actualmente por buen momento. El asesino confeso salió esposado tranquilo y llegó a la comisaría de Moratalaz, donde ha pasado las últimas dos noches, sin mostrar arrepentimiento de lo ocurrido.

Tanto víctima como verdugo son españoles y estaban casados, con un hijo en común de 40 años, y llevaban viviendo en ese piso desde la década de los 80. Por tanto, se trataría de un nuevo caso de violencia de género, el sexto en la Comunidad de Madrid en lo que va de año y el número 20 en toda España. No había denuncias previas de la mujer contra él ni órdenes de alejamiento, han confirmado las mismas fuentes.

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