El transcurso de la semana no ha podido ser más mortificante para el PSOE. El devenir del caso de Begoña Gómez, del que cada vez vamos conociendo más información, además de la citación para declarar como imputada el próximo 5 de julio, ha hecho saltar por los aires a la formación socialista a escasos días de las elecciones europeas del 9 de junio.
Unos comicios que para el ciudadano de a pie pueden no tener una dimensión abrumadora, lejos de una cita autonómica o general, para los partidos han adquirido tintes de día grande. Especialmente para PP y PSOE.
Los populares, afincados a nivel nacional en la oposición pese a su victoria el pasado 23 de julio, llevan desgastando al Gobierno de coalición desde entonces con muchas propuestas en las calles por la aprobación de la ley de amnistía y maniobras en el Senado para ralentizar los trámites gubernamentales.
La mayoría absoluta en Galicia y los buenos resultados en Cataluña, sumados al optimismo que reina en torno a las europeas, han hecho que el Partido Popular lleve días echando el resto para someter a Pedro Sánchez a una tensión constante.
Eso se ha trasladado a nivel regional. El pasado martes conocimos que el GPP había registrado en la Asamblea de Madrid una comisión de investigación contra la Universidad Complutense de Madrid, el rector de la misma y los supuestos negocios de Begoña Gómez en su cátedra.
Pese a que la Mesa de la Asamblea tiene que dar el visto bueno el próximo viernes día 14, saldrá adelante gracias a la mayoría absoluta que atesora Isabel Díaz Ayuso. Sin embargo, no es la única comisión de investigación que el órgano de la Cámara regional tendrá que tratar.
El plan del PSOE con las residencias
El jueves, el PSOE madrileño, liderado por Juan Lobato, registró una nueva comisión de investigación para analizar "las causas que provocaron la mortalidad derivada de la pandemia de la COVID-19 en los centros residenciales de personas de la Comunidad de Madrid".
Es la tercera que presenta el PSOE sobre este tema. La primera, en julio de 2021, fue tumbada gracias a los votos en contra del PP y la abstención de Vox. En octubre de 2022, intentaron junto a Más Madrid sacarla adelante, pero se volvió a estrellar contra el poder asambleario de los populares y el paso a un lado de Vox.
Pese a lo que dice el refrán, a la tercera tampoco irá la vencida. La mayoría del PP no dejará que el debate llegue a la Asamblea, alegando, en palabras de Díaz-Pache, que trata de remover hechos de la legislatura pasada.
Cuatro años después del inicio de la pandemia, el momento elegido por la formación socialista no parece el más idóneo. Además, la absoluta de Ayuso evidencia que cualquier propuesta decaerá antes de echar a andar. No obstante, el propósito final de esta jugada parece evidente.
Por un lado, generar ruido mediático contra la presidenta, al mismo tiempo que tratan de aplacar el escándalo de Begoña Gómez. Al mismo tiempo, Lobato quiere echar un pulso a la Mesa, la cual tumbará una moción y dará luz verde a otra.
Ambas pertenecen a hechos ocurridos antes de la legislatura iniciada tras el 28-M, que es el punto de partida por el que el GPP pretende tirar abajo la comisión de las residencias. Ese doble rasero es el que el PSOE quiere poner de manifiesto cuando hable la Mesa.
Mientras tanto, cualquier balón de oxígeno para el Gobierno de Sánchez es bien recibido. No importan las encuestas, los resultados que se puedan dar el domingo ni nada, la clave es ganar tiempo para salir al paso de todas las informaciones y novedades judiciales del caso Gómez. Nada más y nada menos.
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