El 5 de febrero de 2024, apenas cuatro meses atrás en el calendario, el Ayuntamiento de Madrid de José Luis Martínez-Almeida anunciaba a bombo y platillo su plan de vivienda basado en "nuevo modelo de gestión del suelo para promover el alquiler social asequible".
Un total de 12 parcelas de suelo público municipal fueron puestas en concurso público, con el fin de construir hasta 640 viviendas, las cuales serían puestas en alquiler y tendrían la garantía de que, al menos, durante los próximos quince años, se arrendarán a un precio por debajo del mercado.
El programa, enmarcado en la Estrategia de Gestión del Patrimonio Municipal del Suelo 2023-2027, y aprobado el pasado 19 de octubre por la Junta de Gobierno, pretendía influir en el precio de las viviendas de alquiler de la ciudad de Madrid, que tan desequilibrado está hoy en día.
La iniciativa, impulsada por el Área de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad, aspiraba a ser un punto y aparte en la ambiciosa política de vivienda de la Comunidad y el Ayuntamiento. Un 25% del suelo construido quedaría reservado a jóvenes de hasta 35 años. Del mismo modo, perseguía que los arrendatarios no destinasen más del 25% de sus ingresos al alquiler, rebajando el 42% actual.
Las zonas elegidas eran los distritos de Arganzuela (Nuevo Mahou-Calderón); Chamartín (calle José Vasconcelos); Latina (La Medina); Carabanchel (Mercedes Arteaga); Puente de Vallecas (calle Doctor Sánchez y Sierra Toledana); Ciudad Lineal (avenida de Aroca-barrio Bilbao); Villaverde (El Espinillo), y Barajas (Sector Norte Corralejos).
Estas doce parcelas de suelo público se dispusieron en tres lotes para su concurso. El primero, con cuatro suelos en Puente de Vallecas y uno en Nuevo Mahou-Calderón; el segundo, de nuevo, con cinco zonas, en Carabanchel, Latina, Puente de Vallecas, Chamartín y Barajas; por último, dos parcelas más en un último lote con Villaverde y Ciudad Lineal.
El plan de vivienda de Almeida se tambalea
Sin embargo, los hechos se han desarrollado de forma muy diferente a cómo pretendía el Consistorio. A día de hoy, únicamente uno de los tres lotes ha recibido ofertas de empresas privadas para levantar pisos en sus territorios. En concreto, del lote tres, que es el que únicamente tiene dos parcelas en Villaverde y Ciudad Lineal. Del resto, sin noticias.
Tal y como adelantó primero el Periódico de España, ha sido la promotora de origen madrileño Gestilar la que ha presentado una oferta para adquirir dicho lote. A falta de esperar los cauces legales propios en estos casos, dichas parcelas irán a parar a sus manos. Constan de 1.662 metros cuadrados, 6.435 de edificabilidad y un precio establecido por el Ayuntamiento de Madrid de 4.33 millones de euros.
¿Por qué ha generado tan poco interés este plan de vivienda? Fuentes del sector inmobiliario consultadas por este periódico apuntan que las condiciones del Ayuntamiento "no invitan a invertir", amén de que "muchas de las zonas abiertas a concurso son poco atractivas".
El hecho de tener que rebajar el alquiler a los arrendatarios, que eran 60 de los 100 puntos en el pliego, la propuesta y el precio, han echado para atrás a muchas empresas que podrían haber estado interesadas.
La llamada renta máxima de alquiler, según el Ayuntamiento, se tiene que obtener tras "aplicar un coeficiente de reducción sobre las rentas de mercado, obtenidas a su vez en función de la localización de cada parcela". Sea como fuere, el proyecto de urbanismo de Almeida se estrella a los pocos meses de ver la luz.
Queda por conocer si alguna empresa se terminará animando para hacerse con alguno de los dos lotes restantes en la fase de adjudicación directa que se abre ahora.
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