Siete meses de espera para que le practiquen la autopsia al cadáver de su hijo. El tiempo pasa despacio para el padre de un joven con discapacidad fallecido el pasado mes de mayo por atragantamiento con varios trozos de carne cruda. La prueba forense debe determinar si el hombre emprende acciones penales contra familiares ante las sospechas de una posible muerte violenta.
Carlos, de 33 años, discapacitado, falleció en el municipio madrileño de Leganés el pasado 15 de mayo en su domicilio atragantado por enormes trozos de carne cruda sin masticar que le causaron las asfixia, según consta en el informe de los sanitarios que lo atendieron.
"La autopsia se está dilatando mucho y podría apuntar a una muerte violenta", ha señalado a Ep el abogado del padre, Julen Martínez, cuyo despacho se ha personado en el caso como acusación particular.
El fallecido convivía con su madre y hermanos, quienes, a juicio del letrado, mantenían "una mala relación" con el fallecido debido esencialmente a que, de acuerdo con el abogado, lo concebían como una carga.
"Todo apunta a que puede existir una muerte violenta", señala el letrado.
Ante estas sospechas, el padre, a través de su defensa, solicitó al Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 4 de Leganés un informe de autopsia para decidir si emprende posibles acciones legales y que se investigue el caso por un supuesto delito de homicidio o asesinato.
La indefensión de que, según su abogado, está siendo víctima el padre del fallecido, ha llevado al abogado a poner los hechos en conocimiento del Colegio de la Abogacía de Madrid, del Defensor del Pueblo y del Instituto Médico Forense.
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