Las picaduras de avisa son mortales para las personas alérgicas. Una mujer estuvo a punto de convertirse en una de estas víctimas pero la milagrosa intervención de dos agentes de la Policía Nacional de Móstoles ha impedido su fallecimiento. "Ojalá todo el mundo fuera como vosotros", escribió en una carta la protagonista de esta historia que regaló a los agentes un paquete de bombones para agradecerles lo que habían hecho por ella.
Estos momentos de tensión se vivieron el pasado jueves y los actuantes eran agentes de Seguridad Ciudadana de la Policía Nacional de Móstoles. Estos funcionarios estaban haciendo labores propias de su cargo circulando por la prolongación de la calle Granada del municipio madrileño, en dirección a la M-586.
Tensión en Móstoles
Sin embargo, en una zona, entre el restaurantes VIPS y la estación de Renfe Móstoles-El Soto, fueron requeridos con extrema urgencia por un vehículo que circulaba en sentido entrada a la localidad. La conductora del turismo gritó a los agentes y les hizo señas a través de la ventanilla.
Cuando se bajaron y se aproximaron al vehículo, esta mujer les dijo que su compañera, que estaba sentada en el asiento del copiloto, estaba inconsciente. Le había picado una avispa y padecía alergia a este insecto.
Los policías realizaron una valoración rápida de la mujer. Respiraba con dificultad, no respondía a ningún estímulo y presentaba relajación muscular plena. Debido al estado crítico en el que se encontraba, decidieron trasladarla de forma inmediata al centro hospitalario más cercano haciendo uso del vehículo policial.
Por ello, los agentes introdujeron de forma rápida y coordinada a la mujer inconsciente en la parte trasera del coche junto con su compañera para que les acompañara en el trayecto al hospital. Se desplazaron todo lo ágil que pudieron al Hospital Universitario Rey Juan Carlos de Móstoles y avisaron a los sanitarios de que iban con un "paciente en estado crítico" por la picadura de avispa.
La carta de la víctima de la avispa
En apenas tres minutos, los policías llegaron al hospital, con la víctima en volandas para acceder a la zona de urgencias y la dejaron tumbada en una camilla. El personal sanitario del centro agradeció la intervención de los agentes: la mujer llegó al centro con un estado de "extrema gravedad" y podría haber muerto de haber "tardado unos minutos más".
"Muchas gracias a los dos por haberme salvado la vida. Ojalá fuera todo el mundo como vosotros". Esta fue la carta que recibieron los agentes pocos días después de la víctima de la picadura de la avispa. La misiva iba acompañada de una carta de bombones para agradecerles la labor que habían hecho.
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