Los agentes de la Brigada Provincial de Información de la Policía Nacional realizaron un 'meticuloso' trabajo para sentar ante la justicia a los doce Trinitarios que atacaron a dos jóvenes en un parque de Arganzuela de Madrid el pasado mes de enero. Los investigadores, con técnicas de verdadera orfebrería, descubrieron la identidad de los 'pandilleros' que intentaron por todos los medios cubrir sus pasos. Sus pesquisas revelaron que se equivocaron de chicos ya que buscaban en realidad a miembros de los Dominican Don't Play (DDP) porque uno de ellos horas antes había sido víctima de un intento de agresión, según el sumario al que ha tenido acceso Vozpópuli.
Las pruebas presentadas por los investigadores permitieron que los siete mayores de edad ingresaron en prisión y los cinco menores en centros de menores en régimen cerrado. Algunos de ellos eran miembros probados de los Trinitarios, mientras que otros estaba en fase de estudio, principalmente los más pequeños de la banda.
"Mándalo con algo"
El intento de homicidio ocurrió el pasado 14 de enero en torno a las 22.50 horas en el parque de la Cuña Verde del Ferrocarril de Arganzuela. Sin embargo, todo comenzó en realidad una hora antes en la zona de Delicias. Uno de estos 'pandilleros' sufrió un intento de agresión por parte de algunos integrantes de los DDP mientras que se encontraba en un bar cercano a su domicilio.
La intervención de personas adultas que se encontraban en el local frenó este suceso. Minutos después, los agentes comprobaron como el chico, acompañado de su padre, se refugió en un portal en la calle Canarias. Portaban unos botellines de vidrio de cerveza en la mano. Huían de los DDP. Nunca llegaron a denunciar esta situación a las autoridades.
Estuvo en ese portal, según la grabación de las cámaras de seguridad, hasta las 21.54 horas. Realizó un total de 13 llamadas telefónicas. Algunas de ellas a la cúpula de los Trinitarios en la Comunidad de Madrid de diferentes 'coros'. Los agentes tenían ya pinchados los teléfonos de algunos de ellos y escucharon las conversaciones: "Mándalo... pero mándalo con algo", llegó a decir este joven.
La Fortuna (Leganés), Legazpi, Arganzuela o Vallecas fueron algunos de los sitios desde los que se desplazaron los Trinitarios con un punto fijo, el parque de la Cuña Verde. Buscaban este sitio porque es lugar habitual de reunión de los DDP.
La huida de los Trinitarios
Llegaron de forma separada en Cercanías, Metro y EMT. Luego en ese emplazamiento también entraron por diversos accesos. Iban tapados con pasamontañas y equipados con machetes y adoquines que recogieron del suelo. El tiempo que duró la agresión, entre 22:51 y las 22:57 horas, las líneas telefónicas de los detenidos no dieron señal.
Escogieron un grupo de tres jóvenes que estaban sentados en el banco. Les confundieron con miembros de los DDP. La agresión fue brutal sobre dos chicos. Tendrán secuelas de por vida por estos violentos hechos que fueron considerados como intento de homicidio.
Los agentes de la Brigada de Información para resolver el caso tuvieron que trabajar como 'hormiguitas'. Poco a poco desgranando las pocas pruebas y las cámaras de seguridad de Metro y Cercanías. Algunos de los agresores no usaron sus abonos transportes, pero fueron captados por los vídeos. Después del suceso se realizaron llamadas perdidas para comprobar que no habían sido arrestados por la Policía Nacional.
11 días después hubo venganza de los DDP
Se da la circunstancia de que once días más tarde, el 25 de enero, uno de los atacantes fue víctima de una agresión con una arma blanca por miembros de los DDP. Se trató de una represalia por el suceso del parque de la Cuña Verde, ya que aunque los agredidos no eran miembros de la banda, los Dominican sabían que el ataque iba dirigido por los Trinitarios hacia ellos.
Los 12 detenidos tienen entre 15 y 21 años. La mitad de ellos cuentan con antecedentes policiales. Algunos con una larga lista como delitos de estafa, robos, lesiones o violencia doméstica por pegar a sus madres. En los registros, la Brigada de Información localizó las prendas que llevaban en el momento de la agresión. También tenían colgantes propios de los Trinitarios. Unos eran miembros, otros buscaban serlo.
Entre las soluciones, una de las claves para prevenir o neutralizar estas organizaciones criminales sería tomar medidas preventivas por parte de las administraciones. Que se apliquen los recursos necesarios a las asociaciones dedicadas a prevenir la captación de estos jóvenes.
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