"Nos sobrepasa. Si es difícil de entender y nos lo explica despacio, lo comprenderemos". La magistrada que preside el tribunal que juzga la tragedia del Madrid Arena pidió este martes a Rafael Pastor, responsable de Seguridad de Madridec, que explicara las cosas más despacio y claramente para que la sala se enterara.
Pastor, el que fuera jefe de Seguridad de Madridec, la empresa municipal propietaria del pabellón donde se produjo la tragedia, pasó toda la sesión analizando procedimientos técnicos. Logró aburrir al personal y que la sesión se convirtiera en la más pesada de cuantas se han celebrado hasta la fecha en el juicio por la muerte de cinco jóvenes en una instalación del Ayuntamiento de Madrid.
Quiso dejar una cosa clara. Él es el responsable de la seguridad de ese pabellón cuando no hay actos. Cuando hay algún evento, el que se ocupa de todo es el empresario y la compañía de seguridad, a la que culpó de la apertura del portón por la que se colaron cerca de tres mil personas. En algunos tramos del sumario se culpa de esa orden a personal de su empresa. Su misión tampoco es inspeccionar si el formato que pone en marcha el empresario que alquila la instalación es el correcto.
Cuando hay algún evento, el que se ocupa de todo es el empresario y la compañía de seguridad, a la que culpó de la apertura del portón
También aseguró que la Delegación del Gobierno fue la que dio la autorización para que comenzara el festival por considerar que todo estaba en orden. De la seguridad interior del recinto se ocupaba Kontrol 34, una empresa que no tenía habilitados a sus empleados como guardias privados. Reconoció que nunca se preocupó de saber si esa empresa era competente para realizar esos trabajos de seguridad interior, "pero es el cliente el que decide todo".
Cuando Madridec se ha ocupado de la organización de un acto en el Madrid Arena, comentó, se sectoralizaban los pisos, es decir, no se dejaba subir y bajar a la pista ni salir de ella si no tenías entrada específica. El día que ocurrió la tragedia no se sabe si se hizo esa operación porque esa no era su misión. En realidad, aunque era el jefe de Seguridad de Madridec, la empresa propietaria, no tenía que haber ido a la fiesta porque se iba de puente. Pero su jefa le pidió que acudiera para recibir a unos clientes, que finalmente no aparecieron.
La fiscal y los abogados de las acusaciones particulares lo máximo que lograron del Jefe de Seguridad es una frase en la que señaló que el cliente lo decidía todo y Madridec se lo autorizaba. Pero tampoco era responsabilidad suya autorizarlo. Explicó que esas autorizaciones eran responsabilidad de sus superiores, y las que no, de la Delegación del Gobierno o de Seguriber, pero nunca del responsable de Seguridad de la empresa propietaria del palacio.
El Jefe de Emergencias que se enteró de su cargo
El técnico de operaciones de Madrid Espacios y Congresos (Madridec), José Ruiz Ayuso, aseguró en la misma sesión que se enteró de que era el jefe de emergencias la noche de la trágica fiesta. "Nadie me comunicó por escrito que yo fuera jefe de Emergencias. Nadie me comunicó con palabras. Nadie me dio a firmar un documento en el que se leía que yo era jefe esa noche", explicó.
A pesar de ello, revisó antes del evento las instalaciones con diversas personas de la promotora del festival, a pesar de que no era su obligación, e incluso discutió con uno de los empleados de Kontrol 34 por la colocación de unas vallas.
Ruiz Ayuso aseguró que Francisco del Amo era su jefe y tenía que "obedecerle". Su función era "comprobar que los servicios contratados están presentes, como fontanería o electricidad, pero no llevo la seguridad", comentó. Respecto al control del aforo por plantas, dijo que, aunque no lo vio, cree que se tomaron medidas para impedir el paso de una planta a otra, algo que correspondía "a Kontrol 34, como en todos los eventos".
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