Una habitación sin agua y sin ventanas. Sin condiciones para ser un botiquín. Un médico de más de ochenta años, con su hijo, doctor también sin práctica en estos servicios. Un solo desfibrilador. Dos auxiliares y dos ambulancias (una de ellas UVI) para unas 20.000 personas el día de la tragedia del Madrid Arena. Sólo dos camillas. En resumen, un desastre, y tres muertes que luego subieron a cinco. Los informes del fiscal y del juez instructor han sido muy duros con la actuación de los dos médicos, vinculados históricamente al PP y al Ayuntamiento de Madrid. El fiscal del pide dos años y seis meses de prisión.
Los testimonios de los doctores Viñals, padre e hijo, han sido hasta ahora los momentos más dramáticos del juicio que se sigue en la Audiencia Provincial de Madrid por la tragedia del Madrid Arena donde fallecieron cinco jóvenes. Por si fuera poco dramatismo el que se vivió en la sesión de este martes, estaba presente en la sala Isabel de la Fuente, madre de Cristina, una de las fallecidas.
El doctor Carlos Viñals explicó que no era un habitual en esas fiestas, pero que sustituyó a un doctor que no pudo acudir
Simón Viñals, responsable del servicio médico, declaró lo que quiso, pero la madre de Cristina se despachó fuera de la sala también libremente. Isabel de la Fuente dijo que sentía “repugnancia” por lo que había declarado el doctor, que estaba mintiendo, lo llamó cobarde y se quejó de la falta de respeto a los demás.
Simón Viñals creó el Samur en Madrid, un servicio que ha salvado miles de vidas en las calles de la ciudad, pero en el sumario le hacen duras críticas a la actuación médica de aquella noche por considerar que se podía haber hecho más por las jóvenes.
El responsable del 'botiquín' explicó que llevaron todo el material que precisaron para un evento de esas características, incluidas inyecciones de adrenalina para tres pacientes. Diviertt era una empresa que “confiaba en mí". Está jubilado “pero plenamente capacitado para el ejercicio profesional”. Dieron masaje cardiaco durante 15 minutos, hasta que llegaron los refuerzos del Samur.
El doctor hijo
El doctor Carlos Viñals, hijo de Simón, explicó que no era un habitual en esas fiestas, pero que sustituyó a un doctor que no pudo acudir. Era la primera vez que hacía una RCP (reanimación cardiopumonar) en su carrera profesional pero no es difícil, porque además de ser médico “se aprende en vídeos”.
Nervioso en toda su comparecencia fue advertido varias veces por la jueza por hacer valoraciones que no venían al caso. En una de las ocasiones cuando le hablaron de que el Samur hizo informes poniendo en duda su trabajo con las jóvenes contestó: “Cómo se puede criticar…” lo que hizo que la jueza le cortara en seco.
Viñals se quejó de que los servicios de urgencia tardaran, “pues lo normal es que hubieran estado en 5 minutos”
El doctor del Samur que llegó al botiquín declaró que encontró a Carlos Viñals fuera de sí. Reconoció que estaba exhausto de hacer el masaje pues eran tres sanitarios para tres pacientes y los manuales médicos (que citó en varias ocasiones) aconsejan relevos cada dos minutos si se pretende que la maniobra tenga éxito. Especialmente duro fue cuando dijo que no pudieron administrar la adrenalina intraosea, en vez de intramuscular, a las pacientes porque no tenían las agujas necesarias. Explicó que se enteró, posteriormente, que hubiera sido más eficaz intravenosa y que se puede inyectar a una persona sin pulso, algo que también conoció posteriormente.
Una de las tres jóvenes, Rocío fue reanimada por el Samur, pero posteriormente falleció en el hospital. Viñals se quejó de que los servicios de urgencia tardaran, “pues lo normal es que hubieran estado en 5 minutos”. En otros de los eventos en los que participó con Diviertt había grupos sanitarios volantes por el palacio, pero en esta ocasión no estaban e ignoraba las razones.
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