De España a China y, de allí, a Angola. Decenas de millones de euros evadidos ilegalmente de nuestro país por mafias asiáticas acabaron finalmente en 2011 invertidos en este país africano en un proyecto de 7.000 casas prefabricadas en el que la organización de uno de los presuntos capos asentados en nuestro país, Wen Hai Ye Wang, más conocido como Luis Ye, pensaba destinar 250 millones de dólares. El proyecto, según presumían en sus conversaciones telefónicas los miembros de la trama, contaba supuestamente con el visto bueno del propio presidente angoleño, José Eduardo dos Santos. Varios de los integrantes de la red, entre ellos un arquitecto español, se desplazaron a la capital africana en diversas ocasiones para crear una empresa a través de la cual realizar la inversión y firmar los acuerdos con el Ejecutivo de Luanda.
El primer paso del blanqueo pasaba por una empresa en China de fabricación de suelos que vendía a constructoras españolas a precios irrisorios
La sorprendente inversión fue conocida en el transcurso de la investigación abierta por el Grupo de Delincuencia Económica de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil en 2007 bajo el nombre de Operación Long (dragón blanco), y que se había iniciado con el descubrimiento de una red dedicada al contrabando de millones de cajetillas de tabaco a través de puertos españoles. Aquellas pesquisas, que duraron cuatro años, permitieron desmantelar en junio de 2011 la mayor red de blanqueo de la mafia china instalada en España, la del capo Wen Hai, ‘hermana mayor’ de la que hace unos días se desmanteló en la Operación Emperador-Cheqian.
Durante dichas pesquisas, los agentes del Instituto armado descubrieron que Wen Hai evadía ingentes cantidades del dinero de sus supuestas actividades ilícitas en España, principalmente del contrabando de cigarrillos y de objetos falsificados, y que con dicha fortuna había montado un emporio empresarial en su país de origen para blanquearlo. En dicho entramado de sociedades, dirigido por su padre y su hermano residentes en China, destacaban una cadena de lavanderías con más de mil locales abiertos a lo largo y ancho del gigante asiático, y una empresa de fabricación de suelos cerámicos: Sheng Bosque Ceramics Co. Ltd.. Fue a través de esta compañía, que ofertaba material a importantes constructoras españolas como FCC a un precio irrisorio (“un porcelánico que puede estar vendiendo Porcelanosa en 18 euros, yo te lo doy a 3 euros”, se escucha en una conversación intervenida a la trama), con la que Wen Hai invertió una parte de su fortuna en Angola, según las investigaciones de la Guardia Civil.
“¿Has estado en Angola o no?”
Así lo reveló una primera conversación telefónica interceptada con autorización judicial el 15 de septiembre de 2010 entre el propio capo chino y un arquitecto español, Juan Manuel F., que resultó ser su mano derecha e, incluso, socio en la empresa de suelos cerámicos. En dicho diálogo, Luis Ye reclamaba información sobre el negocio en este país africano, donde el gigante asiático ya había realizado entonces fuertes inversiones, incluida la construcción de toda una ciudad a las afueras de Luanda, la capital:
Wen Hai: Oye, ¿has estado en Angola o no?
Juan Manuel: Estuve en Angola
W: ¿Va bien?
JM: Va bien, va p’adelante. Se firmó un contrato de 250 millones de dólares la primera semana de julio. Ya firmado.
W: ¿Cuánto?
JM: 250 millones de dólares, el 1… el 4 ó 3, el 5 de julio. 7.000 viviendas prefabricadas.
W: El contrato ya con la empresa… nosotros allí, ¿no? [Wen Hai, a pesar de vivir en España desde finales de los 70, tienen problemas con el castellano]
JM: Sí, sí, si, o sea allí se ha creado [da el nombre de una empresa que no se entiende bien en las grabaciones] con Sheng Bosque Ceramics .
W: Sí, sí, sí.
JM: Estamos dentro, con el presidente de, de, de Angola…
A partir de ese momento, las pesquisas revelaron que el interés de la red mafiosa de Luis Ye por la inversión en este país africano hizo que el arquitecto español se desplazase en varias ocasiones a él, aunque en uno de estos viajes llegó a tener problemas para obtener el visado para él y sus acompañantes. En una conversación interceptada el 21 de noviembre de 2010, una persona identificada como Fernando se quejaba precisamente de que no había podido conseguir dicho documento de viaje a tiempo para el grupo por la lentitud de los funcionarios de la embajada angoleña en Madrid, que el achaca a que “son negros”. Fernando, que reconocía la necesidad del viaje para cerrar diversos aspectos del negocio, anunciaba al arquitecto que iba a hablar con alguien de Luanda para que llamase a la embajada angoleña en Madrid para agilizar su concesión.
Miembros de la red insinúan que el Gobierno de Luanda les ha invitado a construir dos aeropuertos a cambio de comisiones
En esa misma conversación, los dos interlocutores sacaron a relucir la supuesta relación que mantenían con miembros del gobierno angoleño y, en concreto, con el ministro de Transportes, del cual insinúaban que supuestamente les había asegurado que el Ejecutivo de Luanda tenía “dinero para hacer dos aeropuertos ya mismo, pero que ellos no tendrían medios, pero que los podrían realizar contratándolo haciendo de comisionistas”. Juan Manuel insistió que en ese desplazamiento que había que “centrarse en las viviendas”.
En otra conversación, mantenida por el arquitecto español con otro miembro al que llama Alberto, ambos hablaron de “meter cuatro o cinco técnicos chinos para que aprendan a hacer bien el montaje [de las casas prefabricadas]” y de los problemas que estaban teniendo para que llegasee desde Angola a Hong Kong una transferencia por el “30%” del dinero que iban a cobrar por un primer grupo de 100 viviendas, valoradas en 5 millones de dólares.
Juan Manuel: Oye, ¿llegó la transferencia a Hong Kong del 30% o no? Alberto, es fácil la pregunta y la respuesta es más fácil. ¿Llegó el 30% de la transferencia o no?.
Alberto: No, todavía no ha llegado.
JM: ¿No ha llegado el 30%?
A: No, ha salido, porque salió, salió hace dos días.
JM: Sí, pero si hicieron la transferencia desde Angola el 18, tenía que estar a fecha 19…
A: Pues no, no, no, a fecha de ayer no había llegado, yo me imagino que podrá haber llegado hoy…
34 detenidos y 11 millones intervenidos
La trama de Wen Hai fue finalmente desmantelada en junio de 2011 por la Guardia Civil en una operación que se saldó con 34 detenidos y más de 11 millones de euros en bienes intervenidos. Entre los arrestados estaba el propio capo, pero no así su mano derecha, Juan Manuel F., que en aquellos momentos se encontraba en China y desde entonces sigue en paradero desconocido. La causa, que instruye un juzgado de Valencia, recoge como la red montada por Luis Ye sacaba presuntamente casi todo el dinero que obtiene rumbo a China y sólo dejaba una mínima parte en España, donde poseía tres restaurantes, locales, un chalé adosado donde residía y algunas viviendas para alquilar. Poco más.
El cocinero de un restaurante de Wen Hai en Madrid transfirió a China 6 millones de euros por encargo del capo
Sin embargo, en su obsesión por sacar dinero (él y su mujer, Jing Wei Chen Xiang, Elena, fueron detenidos cada uno en una ocasión en el aeropuerto de Barajas cuando pretendían viajar a China con miles de euros ocultos en sus equipajes), Wen Hai utilizaba a todos sus empleados, a los que supuestamente retenía el pasaporte para abrir cuentas corrientes a sus nombres y empresas desde los que hacer continuas transferencias. Uno de ellos, cocinero en uno de sus restaurantes, llegó a figurar como el responsable del envío de 6 millones de euros al país asiático en un corto periodo de tiempo.
La capacidad económica permitía a la trama, según las pesquisas, sobornar supuestamente a políticos en su país de origen. De hecho, en la documentación que se le incautó en sus oficinas en Madrid, la Guardia Civil localizó anotaciones que reflejaban la entrega de 20.000 euros a los integrantes de una delegación china encabezada por un alcalde que viajó a España y a la que además colmaron de detalles. Incluso, como adelantó el diario El País el pasado lunes, su organización intentó hacer negocios con el Barcelona FC y con el Mundial de Motos, a los que pretendía llevar al país asiático gracias a sus “influencias políticas” en China.
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