En las semanas previas a las elecciones los buzones de los ciudadanos se llenan de cartas con propaganda electoral. Un sobre y un programa por cada partido político y cada persona mayor de 18 años, lo que en un hogar de cuatro personas adultas puede suponer unos veinte sobres, un gasto que después se reembolsan los partidos que hayan conseguido grupo parlamentario propio. Y en ocasiones un gasto poco útil, ya que a día de hoy muchos ciudadanos apenas leen el folio recibido porque cuentan con mucha más información procedente de otros canales que la recogida en ese envío.
Para evitar precisamente este gasto, Luis Miguel López Carreño lleva meses trabajando para intentar conseguir que se habilite un registro en el que cualquiera pueda inscribirse para evitar que se le envíe este tipo de 'mailing' electoral. "Cada año de elecciones los partidos llenan nuestros buzones con envíos electorales que, sólo en los comicios generales de 2011 nos costaron a los españoles más de 25 millones de euros", explica López a Vozpópuli. Son cifras sacadas del BOE según un informe del Tribunal de Cuentas, que llevan a estimar que en 2015, con comicios en Andalucía, Cataluña, municipales y locales y casi seguro generales, supondrían un desembolso de unos 125 millones de euros.
Si en 2011 el Tribunal de Cuentas fijó el desembolso en 25 millones por proceso electoral, en 2015 hablaríamos de unos 125 millones de euros
La petición de López en Change.org, que se acerca a las 4.000 firmas -se había propuesto lograr 5.000- busca reducir el "desproporcionado gasto público en estos envíos, y hacer hincapié además en que esta práctica no sólo es cara, sino también desigual para los partidos, ya que los pequeños no invierten tanto en esta práctica por miedo a que luego no les sea reembolsado, algo que tienen prácticamente asegurado las grandes formaciones. "La mecánica es esta: los partidos adelantan el dinero para pagar los envíos y, tras las elecciones, el Estado paga unos 22 céntimos de euro por envío a los partidos que hayan obtenido grupo parlamentario propio. Así, los pequeños o los que podrían quedarse sin grupo propio no suelen poder hacer envíos postales por su alto coste y por el riesgo de no recuperar el dinero", explica la petición.
La técnica de la propaganda electoral se instauró constitucionalmente para cumplir con el derecho a la información que tiene el ciudadano en tiempo de elecciones, algo que facilitaría su voto. Es por esto que renunciar a un derecho es más complicado si los propios partidos políticos no pretenden legislar sobre el tema. De hecho esta es una de las peticiones que hace López a las formaciones políticas, ya que aprovechando que se habla de una reforma de la Ley Orgánica de Régimen Electoral General, se podría añadir este punto de discusión. "Hoy somos muchos los que nos consideramos suficientemente informados para ejercer nuestro derecho a voto sin necesidad de los envíos y queremos renunciar a recibir el correo postal electoral, en parte para ahorrar dinero público, pero resulta casi imposible", dice López Carreño.
Petición a cada partido
La opción que permitiría hacerlo pasa por hacer una petición individual expresa de cada persona a cada partido para pedir que no te envíen la propaganda, algo que se podría facilitar de crearse el registro general a semejanza de cómo funcionan otros a nivel europeo, donde diferentes empresas de publicidad comprueban la lista de inscritos en ella antes de enviar cualquier propaganda. En el caso español, se quiere que sea específico para la propaganda electoral.
Por el momento ningún partido político ni institución responsable se ha manifestado sobre esta petición, probablemente porque se está esperando a ver qué resultado arrojan las urnas en los próximos comicios. "Tienen que justificar el gasto ante la Junta Electoral para recibir los fondos después, pero hasta el momento sólo ha habido un gesto simbólico sobre las subvenciones: Podemos, en las pasadas elecciones europeas, renunció a parte de las ayudas que le correspondían, ya que si le otorgaban 300.000 euros, por ejemplo, sólo aceptaron los 80.000 que les costó su campaña. El resto admite los fondos sin más", alegaba el creador de la petición, que ha montado, junto a unos amigos, un vídeo sobre el 'mailing' llamado 'Basura Electoral'.
A la espera de recibir alguna respuesta de partidos o instituciones que permitan regularizar el 'mailing', existen ya algunos ejemplos en las redes de cómo actuar para devolver la propaganda electoral, como el siguiente vídeo creado también precisamente para las elecciones europeas de 2014.
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