El resultado de la visita de un grupo de diputados a la valla de Melilla no ha sido el pretendido por el Ministerio del Interior. En plena polémica por la actuación en los acontecimientos que se vivieron el 24 de junio -"viernes sangriento", lo llaman en Marruecos-, los parlamentarios accedieron al punto donde se produjo la tragedia, que se cobró la vida de al menos 23 personas, y vieron una parte de las imágenes grabadas aquel día: las conclusiones ofrecidas por los socios del Gobierno contradicen la versión de Fernando Grande-Marlaska y piden que se abran investigaciones por la actuación de la Guardia Civil.
La Fiscalía, además, ha pedido más imágenes a la Comandancia de Melilla al entender que las entregadas podrían estar editadas, aunque Interior niega su existencia. Y es precisamente en el seno del Instituto Armado donde se ha generado un notable malestar por el resultado del viaje, al asegurar que "algunos de los asistentes buscaban culparnos antes incluso de ir a la valla".
Fuentes parlamentarias consultadas por Vozpópuli detallan que fue José Luis Ábalos, presidente de la Comisión de Interior del Congreso de los Diputados, quien avisó personalmente a los representantes de cada formación política que integran dicho grupo de la organización del viaje. El exministro de Transportes habría afirmado que Interior por fin daba "luz verde" a la visita -inciden las mismas fuentes-, que venía siendo reclamada por los diferentes partidos políticos desde hacía varios meses. Después se trasladó a cada miembro de la comisión la pertinente invitación formal.
La propuesta se encontró con una acogida desigual. Vox calificó la visita de "farsa", mientras que desde Ciudadanos se adujeron motivos de agenda para declinar la invitación. Tampoco participó el PdeCat. Quienes sí se sumaron a la iniciativa fueron los diputados de Unidas Podemos, EH Bildu, PNV y ERC, socios habituales del Gobierno para sacar adelante -entre otros- los Presupuestos Generales del Estado, así como los del PSOE y PP.
La visita fue breve. En la misma jornada, los diputados partieron de Madrid, se trasladaron hasta el Barrio Chino, donde se produjo la tragedia, vieron la valla de Melilla y las dependencias de la Guardia Civil, y regresaron a la capital a las pocas horas. Todos participaron de la misma agenda, pero las conclusiones con las que regresaron no eran ni mucho menos parecidas entre sí, en algunos casos siendo absolutamente incompatibles.
Conclusiones en Melilla
Atendiendo a los socios habituales del Gobierno, Jon Iñárritu, de EH Bildu, manifestó su sorpresa por el material antidisturbios empleado por los guardias civiles en el salto masivo a la valla. A saber: "86 botes lacrimógenos, 28 botes de humo, 65 pelotas de goma, 270 salvas, 41 aerosoles lacrimógenos grandes y 12 de otro tipo". Fuentes de seguridad consultadas por este diario, no obstante, recuerdan que el uso de material antidisturbios está aceptado en este tipo de intervenciones.
Iñárritu, además, abundó en las conclusiones ofrecidas por el documental de la BBC que ha suscitado una profunda polémica en torno al Ministerio del Interior de Fernando Grande-Marlaska, al asegurar que algunas de las muertes se produjeron en territorio español.
Términos en los que también se expresó Enrique Santiago, de Unidas Podemos: "No hay duda de que la avalancha que produjo las muertes y heridos más graves se dio bajo control autoridad española". Maria Carvaljo, de ERC, explicó el impacto que le produjo asistir al lugar donde ocurrió la tragedia: "El tamaño era muy pequeño para las 500 personas que había allí. De ellas, 470 han sido devueltas en caliente. Y es algo que tenemos que sacar de la Ley Mordaza".
Por su parte, Ana Vázquez, del PP, respaldó a los agentes de la Guardia Civil, si bien culpó a Pedro Sánchez y a Fernando Grande-Marlaska de la gestión de la tragedia. "Sánchez dijo que estaba bien resuelto y ahora sabemos que pudo haber cadáveres en España", aseveró la diputada popular. "Marlaksa ha mentido en el Congreso. Cuando se produjo [el salto] había diez guardias civiles para hacer frente a miles de hombres".
Malestar en la Guardia Civil
La visita de los diputados ha causado cierto estupor en la Guardia Civil, cuyos agentes lamentan la "instrumentalización política" del cuerpo en una polémica que acorrala al ministro del Interior. Voces del Instituto Armado consultadas por este diario consideran que "algunos de los diputados" viajaron a Melilla "con las conclusiones ya sacadas": "Buscaban culparnos de lo sucedido antes incluso de llegar a la valla". Pero el malestar de los agentes se dirige, en este caso, hacia el propio Marlaska, al haber gestionado un viaje que arroja más sombras que luces sobre la tragedia.
La conclusión común que sí alcanzaron los diputados en su visita a Melilla es que la cifra de 'devoluciones en caliente' era muy superior al centenar que apuntaba el Ministerio del Interior; un extremo en el que coincide el Defensor del Pueblo, tras abrir una investigación de oficio en la que trata de determinar si se respetaron los derechos de los inmigrantes en el salto masivo. La Fiscalía General, por su parte, también mantiene abiertas sus pesquisas, a pesar de que Interior insiste en el cumplimiento de los protocolos y la ley.
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